Édison Guevara Estrella
La eliminación parcial del subsidio a las gasolinas Extra y Ecopaís generó la reacción de algunos sindicalistas, dirigentes sociales y de gremios, sobre todo de la transportación, e incluyeron amenazas de movilizaciones, entre otras medidas de “resistencia”, como rechazo a la decisión del Gobierno de Daniel Noboa Azín, las cuales no pasaron de simples anuncios con impacto mediático, al calor de los procesos de definición política previos a las elecciones generales de febrero de 2025.
Ante la falta de convocatoria de esas “manifestaciones”, uno de los movimientos más bravos de la protesta social, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), desestimó la posibilidad de sumarse a esas movilizaciones. La misma posición la adoptaron otras organizaciones, presumiblemente para evitar el rotundo fracaso que se había advertido por empresas especializadas en estudios estadísticos. Esto ocurrió cuando se dictó esta medida.
Al cabo de un mes, con hechos consolidados en la ciudadanía, estos grupos sindicales, sociales, gremios y la propia Conaie, pretenden revivir el debate de los efectos de la eliminación del susidio y calentar las calles, sobre la base de un supuesto descontento popular -inexistente-, pero sí tomándolo como pretexto útil para hacerse visibles en la palestra electoral. Allí están la Conaie, con el inefable Leonidas Iza de precandidato; el Frente Popular, la Unión Nacional de Educadores, entre otras organizaciones, con el precandidato Jorge Escala; están otros sectores vinculados con el Partido Socialista Ecuatoriano, que también tiene su figura presidenciable. Por ello, cabe subrayar que estos grupos se basan en la frase del filósofo René Descartes “pienso luego existo”, con una ligera modificación, adecuada a la realidad política electoral de nuestro país, sin la cual tales sectores no tienen ni una mínima incidencia en la ciudadanía. Esa frase la he acuñado para ilustrar este artículo en: “protesto luego existo”.
En los próximos días, Ecuador será testigo del resurgimiento de las “movilizaciones” con el único propósito de poner a estos grupos en la mira electoral hacia febrero de 2025.