OPINIóN

Editorial: Seguridad, lo más importante


El Ecuador anhela paz y para lograrlo, el principal desafío es reducir los índices de violencia que existen en la actualidad. En El Oro existe una ola de violencia que parece infrenable y que es atribuida a la disputa de territorio de las organizaciones delictivas.

El Ecuador anhela paz y para lograrlo, el principal desafío es reducir los índices de violencia que existen en la actualidad. En El Oro existe una ola de violencia que parece infrenable y que es atribuida a la disputa de territorio de las organizaciones delictivas, indistintamente de para qué quieran usar ese territorio. Por un lado están los microtraficantes, por otro los narcotraficantes, pero también están las fuentes de fianciamiento de estas organizaciones delictivas: vacunadores en su gran medida, ya sea de los comercios, así como de actividades productivas, por ejemplo, de la minería, del tráfico de personas en la zona de frontera, de los pescadores, de los transportistas, en definitiva, no hay sector que no sea golpeado por estas bandas. Todo esto lo saben nuestras autoridades, ¿alguien hace algo al respecto?

La parte neurálgica es que esta inseguridad colectiva deriva en la crisis que la sienten todos los ecuatorianos, porque la incertidumbre ahuyenta la inversión extranjera; las personas ya no salen tanto como antes, por ende compran menos. Los locales cierran más temprano, según los testimonios recogidos por este Diario, porque ya nadie sale en las noches a comprar.

Lo inaudito es la respuesta de las autoridades. Desde el gobierno central, subieron el IVA al 15 % para atender esta crisis. Y desde el municipio, nos cobran a los machaleños una tasa de seguridad. Según el alcalde, esos USD 250 mil anuales se van en iluminar parques. ¿Y antes, cómo iluminaban los parques?, ¿O acaso pensaban construir obras sin iluminación?, ¿a quién quieren tomarle el pelo? Urge una fiscalización integral, no solo al gobierno nacional, como lo hace ahora la Asamblea, para determinar en qué utilizan los recursos provenientes de las multilaterales y el alza del IVA, sino también a los gobiernos locales, en especial, a aquellos que pagan tasas y contribuciones especiales. En Machala no se ve obra y tampoco se ve que el cabildo se suma a la lucha contra el crimen organizado. Anunciaron y ofrecieron instalar una sala espejo del ECU 911 para monitorear el casco central y contribuir así a la seguridad ciudadana y eso tampoco lo han cumplido.

Recordemos que las obras en Puerto Bolívar no provienen del presupuesto municipal, tampoco de la tasa de seguridad, sino de los recursos de la Ley de Portuaria, entonces: ¿dónde está la plata?