OPINIóN

Editorial: Si Venezuela tiene a Maduro, nosotros tenemos a Noboa


La dictadura venezolana de Nicolás Maduro desata una ola represiva sin precedentes. La nación fundada por el Libertador Simón Bolívar hoy está secuestrada por el totalitarismo comunista de un presidente que generó la peor diáspora de venezolanos en la historia, y los que se quedaron, sufren las consecuencias de oponerse al dictador, como en la más rancia época fascista en la Europa del siglo XX.

La dictadura venezolana de Nicolás Maduro desata una ola represiva sin precedentes. La nación fundada por el Libertador Simón Bolívar hoy está secuestrada por el totalitarismo comunista de un presidente que generó la peor diáspora de venezolanos en la historia, y los que se quedaron, sufren las consecuencias de oponerse al dictador, como en la más rancia época fascista en la Europa del siglo XX.

Es solo la consecuencia de 25 años de dictadura, que nació en 1999, cuando permitieron el ascenso al poder de Hugo Chávez. El chavismo llenó los bolsillos de los venezolanos con bonos, subsidios y demás subvenciones propias del socialismo del siglo XXI. Desfalcaron lo que más pudieron las arcas del Estado para regalar el dinero a cambio de popularidad que les respalde cuando se tomen todos los poderes del aparato estatal. Hoy Maduro tiene todo a su favor: fiscales, jueces, tribunal electoral, Fuerzas Armadas, policías…

En Ecuador estuvimos a un paso de eso. Rafael Correa tenía consigo a un fiscal que antes era su ministro, a un director de la judicatura, que pasaba metido en su despacho y a un presidente del CNE que era su secretario.

Hoy, quien quiere seguir los pasos de Chávez, Maduro y Correa es el presidente Daniel Noboa. Persigue a sus opositores hasta acabar políticamente con ellos. Pasó con Jorge Glas, siguió con Verónica Abad, y veremos qué pasa con Aquiles Alvarez, que ahora anda calladito.

Se adueñó del CNE, con una impresentable Diana Atamaint que pasea con el presidente por todo el mundo, mientras sus familiares reciben los favores de Carondelet. Y ahora, su más último golpe tiene que ver con el Tribunal Contencioso Electoral, pues gracias a un tapetazo, su alfil en ese organismo, Ángel Torres, es el vicepresidente y de seguro desde allí devolverá todos los favores. Recordemos que Construye acusa al juez electoral de tener conflicto de intereses porque su yerno es director provincial de ADN en Loja. Hoy Noboa tiene al CNE y al TCE. Por lo menos, se blindó de las denuncias electorales en su contra por parte de la vicepresidenta Abad. Veremos hasta dónde más quiere llegar con su sed de poder.