Vuelve el fantasma de los apagones al Ecuador. Tal como se pensaba desde el año anterior, en octubre tendremos un nuevo estiaje que no podrá ser solventado por el régimen.
Vuelve el fantasma de los apagones al Ecuador. Tal como se pensaba desde el año anterior, en octubre tendremos un nuevo estiaje que no podrá ser solventado por el régimen, por lo que todo apunta a que habrá una vez más interrupciones en el servicio de energía eléctrica. Desde el gobierno nacional intentan evitarlo con la declaratoria de emergencia del sector, un procedimiento que, entre otras cosas, viabiliza las contrataciones a dedo. Quizá y es un mecanismo para legalizar la polémica contratación de barcazas generadoras de energía para solventar la crisis.
El sector eléctrico del Ecuador sufrió el impacto de la crisis económica, pues es costoso el mantenimiento de las hidroeléctricas que, además, no estaban ni bien construidas ni bien ubicadas, según se desprende de los informes de contraloría. Sin embargo, había que darles mantenimiento y no se lo hizo. Hoy se padecen los dos problemas y ese es el principal reto del próximo gobierno, o del actual si es que es reelegido: establecer un auténtico plan energético para el Ecuador, a fin de fortalecer la estructura que existe, construir nuevas plantas generadoras de energía, ya sean hidroeléctricas, termoeléctricas o gas natural, y avanzar hacia la privatización de este sector, a fin de que no esté a expensas de la voluntad de un régimen, sumado a lo costoso que es para el país mantener esa estructura.
Hoy el país no tiene dinero para solventar el mantenimiento de multimillonarias estructuras, por esa razón, es la oportunidad de apalancarse en la empresa privada internacional, que permita el desarrollo nacional, tal como ocurre en Colombia o Perú, ejemplos cercanos de que la inversión privada surte efecto directo e inmediato en los sectores estratégicos.
Existen sectores dogmáticos que aún se oponen a la inversión privada. Siguen con el estigma de que solo la inversión nacional puede salvar al país. En este momento de crisis y recesión, ¿por qué el Ecuador va a realizar una inversión sin retorno?
Es evidente que el tema energético es necesario y también es claro que mucho más costoso que cualquier inversión será no tener energía. Pero hoy al Ecuador le falta plata, por eso, el principal desafío para el nuevo gobierno es lograr atraer inversión internacional que permita a la nación fortalecer un punto que hoy es débil y generar ingresos para crecer.