DEPORTES

Exfutbolistas de Piñas se reencontraron en estadio Luis Pasaca luego de varias décadas


Algunos exhistóricos del balompié local se volvieron a vestir de corto para ser partícipes de un encuentro amistoso por los cincuenta años de fundación del club Alianza Piñas. Al final, el ídolo se impuso 4/3 a los eléctricos.

Jorge Valarezo Moreno

PIÑAS.- Hasta las instalaciones del estadio Luis Rubén Pasaca, en la ciudadela Orquídea Sur, llegaron las exglorias del balompié de Piñas; otros lo hicieron a los treinta y cuarenta años.

Ese es el caso de los hermanos César y Gonzalo Romero, que por el año 1975 vistieron los colores del desaparecido club Los Canarios, donde eran muy fuertes para jugar y era muy difícil que la pelota o el jugador pase a la zona de candela.

En ese tiempo se jugaba en una cancha de piso arcilloso (hoy es el recinto ferial) y cuando alguien caía al campo de juego salía raspado todo el cuerpo.

Posteriormente, se construyó en el sector sureste de la ciudad el nuevo estadio que más tarde se lo bautizó como Luis Rubén Pasaca.

Hay una gran diferencia entre esas dos canchas, La una de tierra y, la otra, de césped. Por eso, para los Romero antes de comenzar a jugar frente a Emelec hicieron los primeros toques para saber cómo se daba un pase a su compañero; pues pisaban por primera vez un gramado tras haber dejado el fútbol más de tres décadas

“Serían 30 años que vengo a jugar. Hay una gran diferencia. En la antigua cancha había polvo, viento y la pelota era muy pesada, porque se iba al río…En cambio, en esta cancha (estadio) se juega mejor y la pelota no corre mucho”, recordó Gonzalo Romero, cuyo apodo era Spencer y vestía los colores de Los Canarios.

Mientras, su compañero de fórmula, César Romero, era un hombre fuerte en la defensa. Llegó a vestirse de corto con la casaquilla del ídolo luego de 42 años de haber abandonado el balompié. “Esta cancha es bastante mejor de la que había antes”, afirmó Canario como se lo conoce en el argot deportivo.

Otra figura que vino desde Quito a reforzar a cuadro torero fue el excorredor, Manuel Valarezo Matamoros, quien fue subcampeón nacional de camionetas.

Este deporte lo combinaba con el fútbol jugando algunas temporadas en el equipo del Banco Nacional de Fomento o BanEcuador, sucursal en Piñas. Dijo que era una gran emoción venir a jugar, ya que tiene gratos recuerdos de Piñas, con su gente, misma que es maravillosa, cálida, y siempre lo han tratado bien. “Tengo familia, a que la extraño mucho, debido a que resido más de 50 años en Quito”, recordó Valarezo, que jugó con el No. 7 en su dorsal de la camiseta.

Y, desde Guayaquil, también llegó el mediocampista, Homero Pineda Romero, que en su natal Piñas, jugó en algunos equipos. Luego, de haberse graduado de bachiller emigró al puerto principal para continuar estudiando hasta obtener el título de licenciado en Comunicación.

El Gato Pineda permanentemente está en contacto con la número cinco. El año pasado ya participó del primer reencuentro de los exfutbolistas de Piñas.

“Es muy grato reencontrarme con gratos amigos que no les veía muchos años.

Salí de mi ciudad a los 19 años a radicarme en Guayaquil”, manifestó Pineda con mucha alegría a saludarse con sus amigos de infancia y de peloteo.

Reiteró que estar aportando con un granito de arena para que siga surgiendo Alianza Piñas, que recientemente celebró medio siglo de existencia, es algo maravilloso. “Estamos aportando para que se siga manteniendo el club”, reveló el exfutbolista, que además se enfundó la camiseta del Círculo de Periodistas Deportivos de El Oro (CPDO) y de la selección de Piñas.

El Clásico del Astillero, categoría máster, jugado la tarde del sábado anterior, en el estadio Luis Rubén Pasaca, favoreció 4/3 a Barcelona, con cuatro dianas marcadas por Daniel Guamán.