Es momento de sentar bases para transformar la educación de cara al futuro y el gobierno del presidente Daniel Noboa intenta hacerlo con pasos firmes.
Es momento de sentar bases para transformar la educación de cara al futuro y el gobierno del presidente Daniel Noboa intenta hacerlo con pasos firmes. Primero fue la decisión de cambiar la malla curricular para incluir en el sistema educativo asignaturas como educación vial, cívica, valores, educación financiera entre otras. Y ahora llega el anuncio de la ministra Alegría Crespo, a fin de restringir el uso de teléfonos celulares. Esto se suma a la inversión estatal en mejorar la infraestructura educativa. Hasta el desayuno escolar mejoraron con este régimen. Es evidente que los cambios son positivos. Si añadimos al hecho de que se reabren de a poco las escuelas rurales, tenemos que el régimen no se descuida por atender a nuestros niños, niñas y adolescentes.
El avance de la tecnología genera que un grupo importante de padres vea en el teléfono celular un aliado para que acompañe a nuestros hijos en su crecimiento como dispositivo de entretenimiento. Sin embargo, también es evidente que en ellos existe desconocimiento en torno a las consecuencias de exponer desde muy pequeños a los niños a las pantallas. Quizá y allí sería importante un mejor acompañamiento estatal a los padres de familia para que se informen de mejor manera sobre las consecuencias de esta exposición, que van desde una ceguera temprana, hasta llegar incluso hasta secuelas de índole cognitiva.
Pero aún hay falencias. Urge suplir el déficit de docentes que persiste en el Ecuador. Y es que un grupo importante de profesores se acoge a la jubilación y genera un desfase pues el gobierno necesita financiar el retiro de estos maestros y añadir partidas presupuestarias nuevas para incorporar a nuevos docentes. Esa brecha se ha agrandado con el tiempo y genera que se sienta el impacto de no contar con el número adecuado de maestros. Reducir esa brecha es un desafío, en especial, porque lo único que se requiere para lograrlo es presupuesto y eso es algo que hoy escasea en el Ecuador.
El ministerio de Economía y Finanzas tiene la tarea de destinar el dinero suficiente para la incorporación de más maestros, sin embargo, no lo ha podido hacer, porque la política fondomonetarista del ministro Juan Carlos Vega lo ha impedido y esa es la principal debilidad de este gobierno que debe corregir cuanto antes.