¿Para quién trabaja la Policía Nacional? Cada vez crece más la confianza de los ciudadanos en la principal institución que, se supone, debe garantizar la seguridad ciudadana en el país, pero que, lamentablemente, no es así.
¿Para quién trabaja la Policía Nacional? Cada vez crece más la confianza de los ciudadanos en la principal institución que, se supone, debe garantizar la seguridad ciudadana en el país, pero que, lamentablemente, no es así.
“¡Pero si eso solo se lo dije a la Policía!” (…) “¿Cómo saben eso?”, Son tan solo un par de habituales expresiones de ciudadanos atemorizados por extorsiones, amenazas y hasta intimidaciones de organizaciones criminales que no saben cómo hicieron para enterarse de situaciones muy puntuales en torno a su cotidianidad. Por eso es que los grupos tácticos y especializados le dicen a un denunciante que mejor evite decirle a la Policía. No es que se acuse a los agentes del orden de ser campaneros de la mafia, pero por si acaso se filtre la información delicada es mejor tomar recaudos. ¿En quién se puede confiar dadas las circunstancias en las que se envuelven los ecuatorianos?
Urge una depuración integral y total en cada una de las instituciones estatales. Pero esa depuración debe ser bien sustentada, o a su vez, generar un marco jurídico que le permita al país poder tomar acciones firmes, contundentes y ejemplarizadoras contra quienes estén involucrados en menesteres ajenos a la naturaleza de sus funciones, de esa forma, se podrá actuar de forma oportuna para evitar extorsiones, asesinatos, secuestros, sacapintazos, entre otros delitos que hoy parecen haber sido naturalizados entre los ecuatorianos.
El país tiene profundos desafíos, que se constituyen en un eje transversal para la estabilidad de los habitantes de esta nación y ese eje es la seguridad, que incide en la inversión extranjera, en el turismo, en la inversión local, en la estabilidad laboral, en que no se cierren más negocios y por ende no haya desempleo, además de la salud mental de los ecuatorianos, quienes hoy viven en zozobra con tan solo escuchar el encendido o paso de una moto, o que se alteran cuando se detonan fuegos artificiales porque no saben si son cohetes o balas. ¿Es justo eso? Es el Estado el que debe responder con acciones eficaces, eficientes y efectivas, y el primer paso es la depuración casa adentro.