OPINIóN

Día de la democracia


Cada 15 de septiembre, el Día Internacional de la Democracia hace reflexionar sobre el valor universal de la democracia, un sistema que se fundamenta en la voluntad libremente expresada por los pueblos para determinar sus propios sistemas políticos, económicos, sociales y culturales.

Cada 15 de septiembre, el Día Internacional de la Democracia hace reflexionar sobre el valor universal de la democracia, un sistema que se fundamenta en la voluntad libremente expresada por los pueblos para determinar sus propios sistemas políticos, económicos, sociales y culturales. En este contexto, Ecuador la democracia se ha consolidado a través de mecanismos clave como el control cruzado entre las Funciones del Estado, la implementación de consultas populares y referendos, y mecanismos que aseguran la alternancia en el poder. Estos logros reflejan un avance significativo hacia un sistema que busca garantizar la representación y evitar el acaparamiento del poder. Sin embargo, estos avances están empañandose por una realidad, que es la violencia política.

La violencia durante los procesos electorales, como los asesinatos de políticos y candidatos en las elecciones anticipadas del año pasado y lo que se está viviendo previo a las elecciones generales del 2025, representa una degradación del sistema democrático. Estos actos de violencia no solo son tragedias personales para las víctimas y sus familias, sino que también tienen un impacto devastador en la confianza pública en el modelo de gobierno y en el propio país. La intimidación y la coerción distorsionan los resultados electorales.

El temor de la ciudadanía a ejercer su voto libremente debido a la inseguridad es un indicio de que el principio fundamental de participación está siendo socavado. La capacidad de los ciudadanos para expresar sus preferencias políticas sin temor a represalias es esencial para una democracia funcional. Por lo tanto, la responsabilidad del Gobierno no se limita a implementar medidas de protección para los actores políticos y candidatos, sino que también debe enviar un mensaje claro de que la violencia política no será tolerada. Para que la democracia prospere, el Gobierno debe actuar de manera decidida para prevenir y sancionar la violencia política. Además, la democracia no es simplemente una serie de prácticas institucionales; es una forma de vida colectiva que depende de la voluntad de los ciudadanos de vivir en libertad y de trabajar por el progreso común.  Como lo expresó el Secretario General de la ONU, “una nación segura de sí misma da voz a los ciudadanos y les permite participar en el desarrollo del país”. En este Día Internacional de la Democracia, es esencial recordar que la democracia es un compromiso constante con los valores de libertad, respeto y participación. No podemos permitir que la intolerancia, el irrespeto a los derechos ciudadanos y el autoritarismo traicionen estos principios fundamentales.