Tuátara
A pesar de lo difícil que es dar con la respuesta a qué animales están evolucionando más rápido, un organismo parece llevarse el título.
El proceso de la evolución, que está marcado por cambios en el material genético de las especies, lleva tiempo. No obstante, si quieres saber “cuánto”, el asunto se complica. Sucede que, aunque lo asociemos con algo que transcurre a través de milenios, también puede presentarse en unas cuantas generaciones. Así que, ahora mismo, algunos animales podrían estar evolucionando más rápido de lo que crees.
Controversia biológica
No es sencillo definir qué animal está evolucionando más rápido. Los científicos consideran dos opciones para coronar a una especie. Una es que en verdad haya algo innato en un organismo determinado que haga que sus cambios adaptativos ocurran más rápido; la otra se funda en que todos los seres pueden evolucionar a una velocidad similar, pero que la última palabra la tiene el ambiente.
Como puedes ver, el tema es un poco más controvertido de lo que parece. Es decir, no se puede pensar o dar una repuesta sin advertir que hay un gran debate alrededor de qué animales están evolucionando más rápido y por qué. A pesar de todo, los científicos sí han ofrecido algunas aproximaciones.
¿Qué animales están evolucionando más rápido?
Varios científicos que han estudiado este punto han llegado a coincidir en que el animal que evoluciona más rápido es la tuátara (Sphenodon punctatus), una criatura, parecida a un lagarto, y que es endémica de Nueva Zelanda.
De acuerdo con la información compartida por el sitio especializado, Live Science, los mencionados reptiles son los únicos supervivientes que quedan del orden Rhynchocephalia, que era más diverso durante el Mesozoico (hace entre 251,9 y 66 millones de años).
Claro, existen pruebas. Un estudio en torno a estos animales reveló que, dentro los vertebrados, esta especie es la que presenta una tasa de evolución molecular más rápida.
Con todo, está la discusión de si las tuátaras merecen llevarse el título, dado que sus cambios son más a nivel del ADN, pero eso no se ha traducido en grandes efectos en su exterior.