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Dr. Pablo Beltrán, Presidente del Consejo de Educación Superior: ‘La deuda histórica no es solo la falta de cupos, sino la falta de una asignación adecuada de los mismos’


Dr. Pablo Beltrán, Presidente del Consejo de Educación Superior. Foto de Diario CORREO

María José Alba Lozano

En un diálogo con Diario Correo, el Dr. Pablo Beltrán, Presidente del Consejo de Educación Superior, abordó los retos y avances en la educación superior en Ecuador, destacando la necesidad de una mejor alineación entre la oferta académica y las demandas del mercado laboral. A través de iniciativas como los clusters académicos productivos.

Uno de los principales desafíos en educación superior es la disponibilidad de cupos. ¿Qué avances ha realizado el consejo en este tema?

La deuda histórica no es solo la falta de cupos, sino la falta de una adecuada asignación de los mismos. Aunque cada año unos 80,000 jóvenes no logran ingresar a instituciones, también hay alrededor de 80,000 cupos que no se utilizan. Esto se debe a que existe una alta demanda en ciertas carreras, mientras que en otras hay un exceso de oferta. Nuestro objetivo es trabajar en la planificación y coordinación entre el estado y las instituciones educativas para equilibrar esta situación.

Por ejemplo, si una universidad en El Oro desea abrir una nueva carrera, deberá contar con un respaldo claro del cluster local que justifique esa decisión basándose en las necesidades del mercado. Así, buscamos no solo incrementar la disponibilidad de cupos, sino garantizar que estos cupos sean útiles y estén alineados con lo que la sociedad y la economía realmente requieren.

¿Qué estrategias está implementando el Consejo para abordar la falta de alineación entre la oferta académica y la demanda del mercado laboral?

Para abordar la falta de alineación entre la oferta académica y la demanda del mercado laboral, el Consejo de Educación Superior ha implementado varias estrategias clave, siendo una de las más importantes el desarrollo de clusters académicos productivos. Estos espacios de colaboración reúnen a universidades, institutos, empresarios y gobiernos seccionales, permitiendo un diálogo directo sobre las necesidades del sector productivo. Esto ayuda a identificar carreras en alta demanda y fomenta la creación o actualización de programas académicos que preparen a los estudiantes para el mercado laboral actual.

Además, el Consejo promueve la actualización curricular en las universidades y una colaboración estrecha con el sector empresarial para garantizar que los programas educativos estén alineados con las competencias que buscan los empleadores. También es esencial la inclusión de la sociedad civil en este proceso, lo que permite visibilizar nuevas áreas de estudio y romper con el tradicionalismo que limita las opciones educativas. De este modo, buscamos que nuestros graduados tengan las habilidades necesarias para acceder a empleos dignos y contribuir al desarrollo económico del país.

¿Qué rol juega la sociedad civil en este proceso?

La sociedad civil es un actor clave en este diálogo. Debe visibilizar las carreras que son prioritarias y que a menudo no se consideran. Necesitamos salir del tradicionalismo en la elección de carreras y fomentar la demanda por áreas como la ciberseguridad o el diseño de software, que son cruciales para el desarrollo actual.

¿Cómo se asegura que los acuerdos alcanzados en los clusters se implementen efectivamente?

El Consejo de Educación Superior, que incluye representantes de varios ministerios y miembros académicos, se encarga de monitorear el trabajo de estos clusters. Al recibir insumos y propuestas de las reuniones, transformamos esa información en políticas públicas. Esto incluye la aprobación de nuevas carreras o la reforma de currículos existentes, basándonos en lo que se establece en los clusters.

En relación a la provincia de El Oro, ¿qué necesidades académicas han identificado hasta ahora?

Precisamente por eso estamos creando estos clusters; necesitamos que los actores locales definan sus necesidades. Como oriundo de la provincia, sé que aquí hay carencias, pero vivir en Quito me limita el conocimiento directo. Es por eso que la discusión debe ser local, con participación de empresarios y académicos de la zona.

¿Cuándo se podrían ver resultados tangibles de estos esfuerzos?

Espero que antes de finalizar mi período académico en 2027 podamos ver los primeros resultados, incluyendo la aprobación de nuevas carreras basadas en las necesidades identificadas en los clusters.

En su gestión, ¿cree que es necesario crear más universidades o potenciar las existentes?

Es fundamental potenciar las universidades existentes. Sin embargo, no podemos ignorar las demandas de provincias que aún no tienen universidades públicas, como las amazónicas. Buscamos cubrir estas demandas sin abrir más instituciones, sino mejorando las que ya están en funcionamiento.

Lo ideal es que cada provincia tenga su universidad pública, Santo Domingo pronto la tendrá eso espero y así ya estaría cubierta la demanda de esa provincia y así seguimos trabajando. Y potenciar las existentes con las extensiones universitarias.

¿Hay alguna normativa que determine la necesidad de abrir nuevas instituciones basándose en la población?

No existe una normativa específica. Cada localidad tiene sus particularidades, y hoy en día, la tecnología permite ofrecer educación a distancia, lo cual puede ayudar a satisfacer la demanda sin necesidad de crear más instituciones físicas.

¿Qué objetivos tiene el consejo en cuanto a la reducción del desempleo?

Nuestro objetivo es disminuir el desempleo, especialmente el inadecuado. Queremos que los graduados encuentren empleo en áreas que correspondan a su formación. Muchos jóvenes están trabajando en áreas que no son las suyas, lo que refleja una desconexión entre la educación recibida y las oportunidades laborales disponibles.