NACIONAL

Trabajar 10 horas diarias y solo 4 días a la semana: esta es la propuesta de un ‘pico y placa energético’


Un sector empresarial propone dividir energéticamente al país en dos áreas y que cada una complete las 40 horas semanales de trabajo en cuatro días.

Ante las pérdidas que cuantifica el sector empresarial en Ecuador y la poca previsibilidad de los cortes de energía que ya entraron en la segunda semana, desde que se inició la programación el lunes 23 de septiembre, el sector privado propone la reorganización de la jornada laboral para que las 40 horas semanales de trabajo se cumplan en cuatro días, es decir, en diez horas diarias.

Ese es el punto principal de la sugerencia que Francisco Vergara, presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), remitió el 25 de septiembre pasado al presidente de la República, Daniel Noboa, a través del oficio PFV-142-2024. Según el dirigente empresarial, la propuesta de la Capeipi representa al 90 % de las empresas del país, que generan el 80 % del empleo en Ecuador.

Esta propuesta se da en un contexto en el que solo tomando en cuenta a las pequeñas y medianas empresas, que son el 41 % del sector empresarial del país, pierden aproximadamente $ 12 millones por hora de apagón.

El plan, según Vergara, consiste en gestionar que el 50 % de la demanda nacional labore diez horas diarias, de 07:00 a 17:00, siempre con luz del día, de lunes a jueves, y descanse viernes, sábado y domingo. En tanto que el 50 % restante de la población pasa a tener actividad en el mismo horario los días jueves, viernes, sábado y domingo, con descanso los lunes, martes y miércoles.

“De esta manera, todos sabemos con anticipación qué días trabajamos y podemos organizarnos. Para ello, se reorganiza la demanda en dos áreas eléctricas equilibradas de aproximadamente 15.000 GWh/año, considerando las áreas de concesión de las empresas distribuidoras de energía”, explicó Vergara.

De esta manera, según el plan de la Capeipi, en el área 1 estarían las empresas distribuidoras CNEL Esmeraldas, CNEL Santa Elena, EE Norte, EE Quito, CNEL Sucumbíos, CNEL Manabí, CNEL Guayas-Los Ríos, CNEL Los Ríos, EE Cotopaxi y EE Galápagos. Todas con 15.387 GWh/año.

Mientras, en el área 2, con 15.852 GWh/año, estarían CNEL Guayaquil, CNEL Milagro, EE Riobamba, EE Azogues, EE Centro-Sur, EE Sur, CNEL El Oro, EE Ambato, CNEL Bolívar y CNEL Santo Domingo.

Áreas de empresas distribuidoras propuestas por la Capeipi:

Área 1 (horario de trabajo de 07:00 a 17:00 los lunes, martes, miércoles y juevesGWh/añoCNEL Esmeraldas736,00CNEL Santa Elena1.035,00EE Norte766,00EE Quito4.611,00CNEL Sucumbíos865,00CNEL Manabí2.503,00CNEL Guayas-Los Ríos3.557,00CNEL Los Ríos615,00EE Cotopaxi659,00EE Galápagos77,00Total15.387 GWh/año

<b>Área 2 (horario de trabajo de 07:00 a 17:00 los </b>jueves, viernes, sábado y domingo)<b>GWh/año</b>CNEL Guayaquil6.766,00CNEL Milagro1.381,00EE Riobamba466,00EE Azogues104,00EE Centro-Sur1.305,00EE Sur1.156,00CNEL El Oro1.764,00EE Ambato785,00CNEL Bolívar108,00CNEL Santo Domingo952,00Total15.852 GWh/año

De acuerdo con Vergara, se sectoriza de esta manera porque desde las restricciones anteriores hubo mucho desorden con los cortes. “Dentro de lo difícil que ya es un apagón, tener un apagón desordenado, sin unos horarios que te permitan trabajar, sin un pico y placa energético, es muy complicado. Esto no se ajusta a las provincias, se ajustan a las áreas de concesión de cada distribuidora, porque hay algunas distribuidoras de energía eléctrica que cubren más de una provincia, y hay algunas distribuidoras, como en Guayaquil, que solo cubre Guayaquil, entonces el criterio es energético, en función de la demanda divides energéticamente al país en dos partes iguales”, explicó.

Para concretar este plan, para el presidente de la Capeipi, es imprescindible modificar las jornadas laborales, sin sobrecosto en mano de obra, declarando estado de excepción conforme el artículo 164 de la Constitución, cumpliendo con las 40 horas semanales que la ley manda, como lo indica la técnica en la regulación de servicios de red a nivel mundial.

Añadió que con este cambio de jornada, las restricciones de energía se hacen previsibles por el tiempo que tome su solución (pico y placa eléctrico) para el sector productivo y tienen menor impacto en la población que no solo conserva su empleo, sino también cuenta con tres días de descanso por semana aún sin electricidad. En este sentido, explicó Vergara, es factible limitar el servicio eléctrico en las noches y en el 50 % del territorio durante el día.

“Esta previsibilidad hace que se reduzca el efecto de incertidumbre que actualmente se presenta en la población y en particular en el sector productivo, ya que la mitad del país trabajará sus 40 horas normales y tendrá un periodo de descanso adicional de tres días a la semana que permite planificar la operatividad y trabajo de la producción de las pymes”, concluyó Vergara.