Hay una contradicción marcada entre lo asegurado por la ministra de Energía encargada, Inés Manzano y el subsecretario de Generación y Transmisión de Energía, Byron Benalcázar.
Hay una contradicción marcada entre lo asegurado por la ministra de Energía encargada, Inés Manzano y el subsecretario de Generación y Transmisión de Energía, Byron Benalcázar. Mientras la mujer que pone la cara y se inmola ante la opinión pública en medio de esta crisis energética, dice que los apagones seguirán hasta diciembre, el subsecretario, que es un funcionario más bien de perfil técnico más que político, le dice a la Asamblea Nacional que los racionamientos de energía se extenderán hasta marzo del próximo año.
Al margen de quién dice la verdad o quién miente, lo real es que en diciembre reemplazaremos los foquitos incandescentes de colores por las velas navideñas. Mientras tanto, continúan las quejas generalizadas porque la inconformidad con la actual administración del país crece. Nadie está contento. De hecho, el rechazo es generalizado hacia el presidente Daniel Noboa y el pedido es uno solo: ¡Que se vayan todos!
El país necesita la verdad: ¿Cuándo se acabarán los apagones? A partir de esa realidad, esperan el respeto a los horarios de los cortes, en especial, porque las empresas, negocios, emprendimientos, industrias y demás, realizan una planificación en función de esos horarios anunciados.
Las pérdidas son incalculables. Y esta problemática es el colofón de otros aspectos que aumentan la crisis, como, por ejemplo, la inseguridad, cuya incidencia deja en el camino un problema mayúsculo orientado al desempleo, crisis y recesión.
Lo peor es que en el camino no asoman candidaturas serias con soluciones eficaces y efectivas a los líos en los que está sumergido el Ecuador y eso conlleva un riesgo mayor, que es el hecho de que el pensamiento generalizado sea: más vale malo conocido que bueno por conocer. Más allá de las acciones, las inacciones son las que condenan al gobierno de Daniel Noboa. Lo peor es que esas inacciones cuestan vidas. Solo este lunes en Machala hubo tres fallecidos y un herido en accidente de tránsito, en el contexto de semáforos apagados por el racionamiento de energía. Aparte del millar de personas fallecidas por no recibir sus diálisis a tiempo, según un reporte oficial. Sin contar las miles de víctimas que pierden la vida por no pagar una vacuna. La deuda de este gobierno es cruenta y alguien debe pagarla.