La negociación del nuevo precio mínimo de sustentación de la caja de banano no tomó más que una reunión para definir en USD 7,25 el valor de la fruta para el 2025.
La negociación del nuevo precio mínimo de sustentación de la caja de banano no tomó más que una reunión para definir en USD 7,25 el valor de la fruta para el 2025. Así como se mostraron de acuerdo los productores y exportadores con este nuevo valor, es momento de que empiecen de una vez a firmarse los contratos de exportación para el próximo año y dejar de lado la informalidad que impera en una parte del sector productor.
Es decir, que, indistintamente si es época baja o alta, el exportador debe pagarle ese valor al productor. Ojalá y así sea, para ya dejar de lado la especulación de una parte de los productores con el precio SPOT, lo cual desnivela la cadena de valor de la industria y genera inconformidad entre quienes sí respetan los contratos firmados.
Lo condenable será si vuelve a ocurrir lo que ya vivimos de forma histórica: solo una tercera parte los productores se formalizan y venden al precio oficial, mientras que otro grupo, en cambio, en época alta vende al precio de mercado, que en temporada alta fluctúa entre los USD 10 y USD 12, mientras que, en época baja, cuando la caja de la fruta se coloca por debajo de los USD 5, sí esperan el respeto al precio mínimo de la caja.
Ese grado de informalidad le resta seriedad y competitividad a la fruta ecuatoriana en los mercados internacionales, en especial, al considerar que este país es el único en la región donde rige una Ley específica para la musácea, en el que el Estado es el que regula el precio de comercialización y no el mercado como en otras partes del planeta.
El mismo sector minúsculo productor bananero informal es el que hoy pugna e insiste en derogar la propuesta de reforma a la Ley del Banano para eliminar la figura del precio SPOT en la Ley. ¿Por qué no quieren que conste en la Ley la denominación de la comercialización a través del precio SPOT? Si fuesen coherentes, los que se oponen a legalizar la figura del precio SPOT, son quienes deberían ser los primeros en suscribir contratos al precio oficial y dejar de vender banano a precio internacional de mercado. Pero no ocurre así, porque la informalidad es el nicho en el que les gusta estar.