El ataque armado del que fue víctima el hijo del candidato presidencial por Centro Democrático y exprefecto del Guayas, Jimmy Jairala, la madrugada de ayer domingo
El ataque armado del que fue víctima el hijo del candidato presidencial por Centro Democrático y exprefecto del Guayas, Jimmy Jairala, la madrugada de ayer domingo, prende las alarmas sobre el nivel de seguridad que deberían tener todos los aspirantes a Carondelet en los próximos comicios.
Este hecho no debe quedar en la impunidad ni mucho menos cuando se avecina una campaña electoral, en la que los ecuatorianos no queremos que nuevamente se vea empañada de sangre y muerte como lo fue la anterior cuando asesinaron cobardemente al candidato Fernando Villavicencio.
No puede ser que los grupos narcodelictivos pretendan sembrar el terror en tiempos de elecciones y se atente contra los candidatos con el fin de sembrar pánico entre los ciudadanos, pero lo peor de todo, que estos hechos violentos se usen políticamente para favorecer o perjudicar a determinada agrupación política.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) a propósito la semana anterior justamente mantuvo una reunión con la Policía Nacional para hablar sobre la seguridad de los presidenciables, lo cual debe ser una prioridad para los próximos comicios y no tengamos que lamentar otra muerte.
En un acto de solidaridad y empatía, la mayoría de candidatos presidenciales han mostrado su preocupación por lo acontecido con la familia de Jimmy Jairala, quien a su vez ha hecho un llamado a todos los aspirantes a redoblar la seguridad lo cual nos parece urgente y necesario.
Por ello, es importante que el Estado ecuatoriano garantice la seguridad tanto de quienes participan en estas votaciones generales, así como de todos los ciudadanos, pues no podemos quedar indefensos ante una delincuencia organizada que quiere sembrar nuevamente el caos y la anarquía.
Rechazamos todo esto tipo de atentados, que lo que buscan solamente causar zozobra entre el electorado y generar una serie de comentarios malsanos. Esta lucha contra el miedo debe ser una tarea de todos los ecuatorianos para recobrar la paz en nuestro país y que las elecciones sean verdaderas fiestas democráticas.