CIUDAD

Habitantes de La Villa Flora exigen soluciones a la contaminación del canal


Los moradores llevan pidiendo por más de 20 años, el entibamiento del canal que emana olores nauseabundos y atrae enfermedades en época invernal.

Fabricio Cruz

fcruz@diariocorreo.com.ec

Los habitantes del barrio La Villa Flora, al este de Machala, piden el entubamiento del canal que genera malos olores e incluso está causando enfermedades a las familias que viven cerca. Los moradores, cansados de los olores nauseabundos y las condiciones insalubres, han hecho un llamado urgente a las autoridades para que se tomen medidas efectivas.

Doña Rosa Vera, quien vive junto al canal, expresó su descontento al señalar que las pestilencias son una constante en su vida diaria. “Cuando hace sol, el olor se intensifica y es insoportable. Hasta en la noche, mientras merendamos, el olor entra en nuestras casas,” comentó.

La situación es aún más preocupante para la salud de los niños, quienes son los más afectados. “He visto a mis hijos enfermarse por infecciones relacionadas con el canal. El mosquito del dengue también es un problema, hay demasiados debido a la acumulación de agua y desechos,” añadió Doña Rosa.

Los habitantes han reportado que, a pesar de que las autoridades han visitado la zona en varias ocasiones para realizar inspecciones y tomar muestras de agua, poco se ha hecho para resolver la problemática. “Vienen, toman fotos y se van. Necesitamos acciones concretas, no más promesas vacías,” afirmó un vecino del sector.

Las familias que viven en el lugar piden el cierre del canal y una solución integral para evitar el deterioro de la salud. “Es hora de que nos escuchen y tomen medidas. No queremos más enfermedades ni olores que arruinen nuestra calidad de vida,” dijo Rosa.

SECTORES AFECTADOS

Las condiciones insalubres que genera un canal abierto en la zona afectan no solo a Villa Flora, sino también a los sectores de 24 de Septiembre y Condado. Don César Belduma, residente del lugar, comparte su preocupación por el fuerte olor que emana del canal, una situación que ha persistido durante años sin una solución efectiva por parte de las autoridades. “Este canal lleva abierto mucho tiempo y las autoridades no han tomado cartas en el asunto. La contaminación es evidente, y la salud de los vecinos está en riesgo,” afirmó César. “Durante la temporada de invierno, el problema se agrava, ya que el canal se llena y dificulta el paso, afectando aún más a quienes viven cerca,” añadió.

Los habitantes han solicitado, en múltiples ocasiones y desde administraciones anteriores, el cierre del canal debido a las condiciones infecciosas que provoca. “Hemos estado pidiendo acciones desde hace más de 20 años, pero hasta ahora no hemos visto cambios significativos. Con este nuevo alcalde, la situación sigue igual,” expresó, quien se siente frustrado ante la falta de respuesta. “Queremos soluciones reales, no más promesas. Es hora de que se tomen medidas efectivas para proteger la salud de nuestra comunidad,” concluyó César.

INSALUBRIDAD

Carmen Macas, quien vive cerca del canal, compartió su experiencia sobre las condiciones insalubres que enfrentan a diario. “Vivir aquí no es fácil. Cada día lidiamos con olores insoportables, y las noches son peores por la cantidad de mosquitos. Cuando llueve, el canal se desborda y parece un mar; es imposible saber dónde pisar,” comentó Carmen, describiendo la situación precaria que enfrentan.

La directiva del barrio ha estado luchando por el entubamiento del canal, que se ha convertido en un foco de problemas. “Las autoridades han dejado la obra a medio hacer, y no entendemos por qué. El cierre del canal beneficiaría a muchos, permitiendo mejor acceso a transporte y una calidad de vida digna,” agregó Doña Carmen.

Los residentes también han notado un aumento en los casos de dengue en la zona, vinculados a la proliferación de mosquitos que se alimentan en el agua estancada del canal. “El dengue es una de las principales enfermedades que hemos visto aquí. Cuando hay brotes, vienen a fumigar, pero no siempre hay acceso a todas las casas. Algunos vecinos no permiten la entrada por miedo a robos,” explicó.

Ana Belduma, quien ha vivido en la zona durante 22 años, compartió su experiencia y preocupación por las condiciones insalubres generadas por este canal. “Vivir aquí es terrible. Desde que llegué, este canal ha sido un problema constante. Aunque la calle estaba dañada, hemos visto un poco de progreso gracias a la presión de la prensa. Pero el canal sigue siendo un foco de contaminación,” comentó la moradora, señalando que la situación ha empeorado a lo largo de las administraciones.

A pesar de los esfuerzos de los residentes, como la entrega de oficios a la alcaldía con firmas de apoyo, el cierre del canal sigue sin concretarse. Los efectos del canal no se limitan a los olores nauseabundos. “Aquí hay problemas de dengue y enfermedades respiratorias, y el mal olor nos afecta a todos. La cultura de desecho también juega un papel importante; algunos vecinos botan basura directamente al canal,” indicó.

Criterios:


Rosa Vera:

“He visto a mis hijos enfermarse por infecciones relacionadas con el canal. El mosquito del dengue también es un problema, hay demasiados debido a la acumulación de agua y desechos”.

César Belduma:

“Durante la temporada de invierno, el problema se agrava, ya que el canal se llena y dificulta el paso, afectando aún más a quienes viven cerca. Hemos estado pidiendo acciones desde hace más de 20 años”.

Carmen Macas:

“Vivir aquí no es fácil. Cada día lidiamos con olores insoportables, y las noches son peores por la cantidad de mosquitos. Cuando llueve, el canal se desborda y parece un mar; es imposible saber dónde pisar”.

Ana Belduma:

“Vivir aquí es terrible. Desde que llegué, este canal ha sido un problema. Aunque la calle estaba dañada, hemos visto un poco de progreso. Pero el canal sigue siendo un foco de contaminación”.