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Cámaras de Comercio e Industrias planifican para resistir apagones


Personas buscaban, el pasado viernes 25 de octubre del 2024, generadores eléctricos en varias ferreterías de Guayaquil.

QUITO.- La crisis de energía que atraviesa Ecuador se ha convertido en un desafío crítico para las empresas en Guayaquil, especialmente frente a los cortes prolongados que afectan la continuidad de las operaciones. Ante esta situación, la Cámara de Comercio (CCG) y la Cámara de Industrias de Guayaquil, encabezadas por Miguel Ángel González y Francisco Jarrín respectivamente, exponen a EXPRESO sus estrategias y urgentes pedidos para amortiguar el impacto económico y asegurar la sostenibilidad de sus sectores.

Para González, presidente de la CCG, los apagones representan pérdidas económicas significativas que se elevan a 12 millones de dólares por cada hora de corte, una cifra alarmante que podría desestabilizar a muchas empresas, en especial a las de menor tamaño. “Con apagones más largos, las pérdidas diarias se magnifican”, afirma González, explicando que mientras algunas empresas lograrán adaptarse, otras se verán obligadas a tomar decisiones difíciles, que podrían incluso amenazar su permanencia en el mercado.

Por su parte, Francisco Jarrín, presidente de la Cámara de Industrias del Puerto Principal, refuerza este panorama al señalar que el sector pierde hasta 2,4 millones de dólares por cada hora de corte. Si bien la mayoría de las industrias ha invertido en generadores eléctricos, el desafío sigue siendo inmenso, pues resulta complejo reprogramar jornadas de trabajo en función de cortes imprevisibles. “Reactivar equipos puede tardar entre dos y seis horas, lo cual multiplica los costos y dificulta la planificación”, explica Jarrín.

Ambas cámaras han implementado acciones inmediatas para enfrentar los cortes de energía. González destaca la importancia de la resiliencia y la adaptación continua de los negocios, especialmente los pequeños, quienes requieren apoyo gubernamental para sobrellevar la situación. En el caso de la industria, Jarrín señala que, desde los cortes de abril, muchas empresas han invertido en generadores eléctricos que les permiten mantener las operaciones, aunque reconoce que no todas pueden asumir este gasto.

La programación de jornadas y la coordinación en las operaciones se han vuelto tareas críticas. Con cortes en múltiples bloques, las empresas buscan maximizar el uso de generadores y redistribuir sus horarios para minimizar el tiempo de inactividad, aunque estas soluciones temporales requieren esfuerzo y recursos considerables.

La cooperación entre empresas se perfila como una herramienta clave para enfrentar la crisis energética en conjunto. González desde la CCG, sugiere que crear sinergias permitirá a las empresas pequeñas y medianas acceder a equipos de generación compartidos que de otro modo no podrían costear. Este enfoque, comenta, “puede ayudar a mitigar los efectos de los cortes de energía y mantener el funcionamiento de las actividades esenciales”.

Mientras que Jarrín desde el CIG, destaca que la viabilidad de estas alianzas dependerá de la ubicación y el tipo de operación de cada empresa. En algunos sectores industriales, coordinar esfuerzos para reducir la carga demandada es factible; sin embargo, reconoce que el creciente déficit de energía complica estas estrategias y limita las opciones disponibles para el sector.

¿Qué tienen planificado en el futuro?

La necesidad de diversificación energética ha puesto sobre la mesa la inversión en energías renovables. El vocero de la Cámara de Comercio de Guayaquil subraya que la inversión privada en generación eléctrica es indispensable para reducir la dependencia de las hidroeléctricas estatales. “Es necesario eliminar los obstáculos que impiden proyectos de inversión y brindar seguridad jurídica para que las empresas se sientan incentivadas a invertir en fuentes alternativas”, apunta González.