HUAQUILLAS. Vistiendo mandil blanco y una gorra de color celeste comparte el arte de hacer las tradicionales guaguas de pan.
Las manos de Samuel Flores, desde hace días atrás, se han dedicado estrictamente a la elaboración de las guaguas de pan que por finados tienen una alta demanda. Una cantidad de esta delicia ha sido destinada para la obra benéfica que realizará la reina de Huaquillas, Arleth Márquez Camacho por el Día de Difuntos.
Como panificador, muy conocido en Huaquillas, selecciona uno a uno los ingredientes que utilizará, y aunque está acostumbrado a elaborar pan todos los días, a las guaguas les pone un especial cuidado.
Samuel Flores lleva más de 30 años trabajando en la panadería ubicada en la calle Esmeraldas y Sucre, “Panadería Don Samuel”, a pocos metros del Distrito de Salud del cantón Huaquillas.
Vistiendo mandil blanco y una gorra de color celeste comparte junto a su hermana el arte de hacer las tradicionales guaguas de pan.
No recuerda anécdotas en su labor de panadero, pero se siente satisfecho porque la gente gusta del producto que elabora.
“Nosotros hacemos pan en forma de guaguas, le colocamos rellenos: manjar, dulce de guayaba o membrillo y también de queso”, asegura el artesano mezclando rápidamente los huevos con la harina y la mantequilla.
Prefiere no revelar los ingredientes que utiliza en la elaboración de las guaguas, pero dice que las suyas son muy requeridas porque las elabora con una formula especial.
Las guaguas de pan de Samuel son de 450 gramos y de 80 gramos y se las comercializa en el mismo local y recorriendo por las calles de Huaquillas, “son deliciosas con la tradicional colada morada”, afirma.
La elaboración de las guaguas de pan es totalmente tecnificada, la vieja práctica de amasar la harina y los trucos del leudo son técnicas caseras que por motivos de tiempo en estas panaderías ya no se realizan.
El panadero suma Ingredientes como la leche y la levadura a la mezcla previa a la depuración de la masa. Samuel considera que el pan que comercializa tiene una gran demanda porque no “vende pan barato sino buen pan”.
La calidad, higiene, el buen servicio y un buen precio son los requisitos para lograr el éxito, dice el panadero.