La mayoría de las vitaminas del grupo B se encuentran tanto en alimentos de origen animal como vegetal. Foto de cuidateplus.marca.com
Las vitaminas del grupo B cumplen funciones muy relevantes en el organismo, lo que las convierte en garantes de la salud. No es necesario consumir grandes cantidades, pero sí mantener una dieta que proporcione los niveles adecuados.
Rosa Ribot Rodríguez, farmacéutica comunitaria del grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria experta en nutrición clínica y salud nutricional, explica que son “micronutrientes orgánicos, hidrosolubles y sin valor energético necesarios para el ser humano en muy pequeñas cantidades y que deben ser aportadas por la dieta”. Si bien algunas de ellas “pueden formarse en cantidades variables en el organismo, como la vitamina B3 partir del triptófano y las vitaminas B1, B2 y biotina sintetizadas por bacterias intestinales”, lo cierto es que, generalmente “esta síntesis no es suficiente para cubrir las necesidades, por lo que tienen que ser aportadas por la dieta”.
Tipos de vitamina B y funciones
que cumplen
Los diversos tipos de vitamina B cumplen, tal y como apunta Rocío Planells, gerente del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (Codinucova) y dietista-nutricionista, “múltiples funciones en el organismo humano: intervienen en el metabolismo de los hidratos de carbono, proteínas o ácidos grasos; participan en procesos de detoxificación, crecimiento de tejidos y producción de glóbulos rojos; e intervienen en la respuesta inmune, entre otros”.
Describe las principales funciones de las vitaminas del grupo B más importantes:
B1 (tiamina)
Funcionamiento correcto de los músculos y del sistema nervioso.
Forma parte de una coenzima que interviene en el metabolismo energético de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas.
B2 (riboflavina)
Mantenimiento de una buena salud ocular y alivio de la fatiga ocular.
Mantenimiento de la piel, las mucosas, las uñas y el cabello. Interviene en la liberación de la energía contenida en los hidratos de carbono, grasas y proteínas. Participa en los procesos de respiración celular y en el desarrollo embrionario. Participa en la formación de anticuerpos y glóbulos rojos.
B3 (niacina)
Interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y proteínas.
Presenta funciones relacionadas con el sistema nervioso, aparato digestivo y piel.
B5 (ácido pantoténico)
Necesaria para la asimilación de carbohidratos, proteínas y grasas indispensables para la vida celular.
Interviene en la formación de insulina.
B6 (piridoxina)
Regulación del metabolismo de grasas y proteínas.
Interviene en la formación de hemoglobina y anticuerpos y en la síntesis de ADN y ARN. Es necesaria en el proceso de conversión de triptófano en niacina y serotonina.
Está relacionada con la función cognitiva, ya que ayuda a mantener el funcionamiento de las células nerviosas, la función inmunitaria y la actividad de las hormonas esteroideas.
B9 (ácido fólico)
Es necesaria para la síntesis de aminoácidos y ADN en las células en fase de división rápida. Por lo tanto, su aporte debe estar incrementado durante las primeras semanas de gestación.
Participa en la formación y maduración de glóbulos rojos y glóbulos blancos, en el funcionamiento del sistema enzimático y en el crecimiento celular.
B12 (cobalamina)
Es indispensable en la formación y maduración de los glóbulos rojos y maduración de los tejidos. Asociada al ácido fólico es necesaria en la fase de división activa de las células hematopoyéticas de la médula ósea.
Asociada a la vitamina B1 y B6 se utiliza para el tratamiento de distrofias musculares o inflamación de los nervios (ciática, lumbago).