OPINIóN

Economía ecuatoriana sigue decreciendo


Elías Carrillo Ayala

El Banco Mundial ha proyectado un decrecimiento en la economía ecuatoriana, según su más reciente informe económico difundido el 9 de octubre, éste organismo proyecta un crecimiento de 0,3% para el Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador, el más bajo de la región; este informe no considera las afectaciones negativas que seguro presentará la falta de energía eléctrica durante el último trimestre del año. Esta cifra es inferior a la anterior estimación efectuada en julio de 2024, donde se preveía un crecimiento del 0,7% para el país, aunque ya era la más baja proyección de desarrollo de la región.

Para América Latina y el Caribe, el Banco Mundial incrementó su previsión de crecimiento a 1,9% en 2024 y ubica en 2,6% la proyección para 2025.

Según las cifras de mercado laboral publicadas por el INEC, se evidencia que, para septiembre 2024, el 71,1% de la población total estuvo en edad de trabajar, el 65,8% de la población en edad de trabajar fue económicamente activa, el 96,3% de la población económicamente activa tuvo empleo.

A septiembre de 2023 la Población económicamente activa fue de 8´768.992, con Empleo 8´446.444, económicamente inactiva 4´315.758; estos mismos indicadores con corte a septiembre 2024 reportan las siguientes cantidades: Población económicamente activa 8´731.106, con Empleo 8´408.857, económicamente inactiva 4´533.001.

Estas cifras demuestran que, 37.886 ciudadanos dejaron de formar parte de la Población Económicamente Activa; 37.587 habitantes más, ya no cuentan con un empleo; y que, 217.243 ecuatorianos más, pasaron a ser parte de la lista de la población económicamente inactiva. La problemática del empleo en nuestro país evidencia una constante desigualdad, muestra la ausencia de políticas que se encaminen a superar las brechas urbano-rurales, etarias y de género. Combatir las causas de la pobreza, el desempleo y la informalidad; y, crear soluciones sostenibles para que nuestros jóvenes ingresen a los mercados laborales, se genere empleo adecuado, haya reducción de las brechas salariales; requiere un esfuerzo concertado del Gobierno, la Asamblea Nacional, el sector privado y la sociedad civil en su conjunto; impulsando instrumentos normativos que promuevan la generación de nuevos y mejores empleos, desarrollen reformas fiscales tendientes a disminuir costos laborales, reforzar los regímenes tributarios simplificados para pequeños contribuyentes, entre otros aspectos.