Moradores de la Ciudadela 2 de Agosto afirman que en el terreno destinado para áreas verdes se acumulan las aguas residuales, que afecta al sector. Con apoyo del municipio y aportes de los vecinos, buscan desviar las aguas servidas hacia el Estero El Burro para mitigar el foco de infección que se presentan en la ciudadela. Fotos de Jorge Sánchez
Fabricio Cruz
La Ciudadela 2 de Agosto, ubicada en el cantón Pasaje, atraviesa una problemática ambiental debido a un foco de infección generado por una poza de aguas servidas, formada con los desperdicios de barrios aledaños.
Los habitantes del sector se comunicaron con Diario Correo para que visite la zona y evidencie la laguna de aguas servidas que, al mezclarse con las lluvias, ha derivado en un foco de infección, con malos olores insoportables.
Víctor Araujo, coordinador de la Ciudadela 2 de Agosto, explicó que el problema persiste desde hace más de diez años. “El foco de infección está aquí desde hace muchísimos años, más de 10 años. Es agua servida lo que ustedes pueden ver, y encima está la maleza que ya ha crecido aquí”, afirmó Araujo, mientras señalaba la zanja donde se acumulan las aguas residuales, en un terreno destinado para áreas verdes.
Acciones para mitigar el problema
Ante la falta de una solución definitiva, los residentes han comenzado a realizar trabajos por su cuenta. Con la ayuda del municipio, han rellenado parte del área afectada, pero el proceso es lento. “Estamos rellenando con el aporte de los socios y también con ayuda del municipio”, añadió Araujo.
El sector planea desviar las aguas servidas hacia un canal cercano conocido como Estero El Burro. Sin embargo, para lograrlo, es necesario rellenar completamente la zona y colocar tuberías adecuadas.
Araujo también destacó la necesidad de trabajar en conjunto con las ciudadelas vecinas, responsables de arrojar desechos hacia la Ciudadela 2 de Agosto. Sin embargo, los intentos de colaboración han sido infructuosos. “Se enviaron dos oficios, pero no hemos recibido una respuesta positiva para trabajar en conjunto. Siempre he propuesto trabajar juntos, ayudándonos entre vecinos”, expresó.
El municipio promete acciones
Según los dirigentes del sector, en una reciente reunión con el alcalde Jovanny Coronel y el director de obras públicas, se acordó realizar un levantamiento topográfico para diseñar un sistema de alcantarillado que permita solucionar el problema. No obstante, según Araujo, los avances han sido mínimos. “El martes (26 de noviembre) hablamos con el alcalde. Dijeron que harían un levantamiento topográfico; esperemos que cumplan con lo prometido”, subrayó.
Legalización de terrenos
Ángel Romero, presidente de la ciudadela, relató la historia de lucha por la regularización de las propiedades. “Comenzamos con la compra de 12 hectáreas, pero al inicio no había escrituras individuales, solo una parcela con una escritura global”, explicó. Gracias a gestiones ante el municipio, hace cuatro años lograron obtener escrituras individuales. “Ahora, cada socio tiene su escritura. Ha sido una lucha de más de 20 años”, enfatizó.
Uno de los problemas más críticos es la presencia de un pozo de aguas servidas, que genera malos olores y representa un grave riesgo sanitario. Romero hizo un llamado a las ciudadelas vecinas: “Pedimos conciencia y colaboración. Si dejamos todo al municipio, no lo hará rápido, y si nos dejan solos, tampoco podremos resolverlo”.
La solución planteada por los moradores es desviar las aguas servidas al Estero El Burro mediante un sistema de tuberías, pero es indispensable la colaboración entre ciudadelas y el municipio.
Esfuerzos por mejorar servicios básicos
La ciudadela ha logrado instalar agua potable gracias al esfuerzo conjunto de sus habitantes. “El agua potable ya está, pero fue gracias a los socios. El municipio dio el pase, pero el trabajo fue nuestro”, explicó Romero.
Sin embargo, la red de alcantarillado sigue siendo un proyecto pendiente. “Estamos en proceso; ya han hecho estudios e inspecciones, pero aún falta. Sabemos que esto no se hace de la noche a la mañana”, comentó.
Romero expresó su optimismo sobre el desarrollo de la zona: “Este es prácticamente el nuevo Pasaje. La gente está poblando cada vez más, pero necesitamos las obras básicas para luego pensar en una regeneración total”.
Luis Donoso, morador de la ciudadela, destacó la importancia de la cooperación. “Todos tenemos contacto con el alcalde y los barrios aledaños. Hemos querido trabajar juntos y ya se hizo un estudio para entubar las aguas. Con unión, esperamos resolver pronto este problema”, comentó.
Omaira Chamorro, otra habitante del sector, explicó: “Aquí abunda el mosquito, y eso trae enfermedades como el dengue. Además, la falta de postes de luz facilita la delincuencia. Hemos comprado postes con nuestro dinero y gestionado lámparas con la empresa eléctrica, pero aún falta mucho”.
Finalmente, Chamorro insistió: “Queremos proteger nuestra área verde para que los niños jueguen y no caigan en malas influencias. Si no respetamos este espacio, nuestra ciudadela solo tendrá casas, sin un lugar para recreación”.
Criterios
Ángel Romero: “Es fundamental trabajar unidos con el municipio y los vecinos para resolver los problemas. Las escrituras y el agua potable son avances importantes, pero aún falta el alcantarillado. Seguimos luchando por un entorno digno para todos”.
Luis Donoso: “La colaboración entre la comunidad y el municipio es clave. Estamos en proceso de entubar las aguas servidas y resolver el problema de la poza. Con esfuerzo conjunto, mejoraremos la calidad de vida en nuestra ciudadela”.
Omaira Chamorro: “La falta de alumbrado y la proliferación de mosquitos nos afectan gravemente. Hemos gestionado postes y lámparas, pero necesitamos más apoyo. Es crucial proteger nuestra área verde para brindar un espacio seguro y saludable a nuestros niños”.
Víctor Araujo: “La ciudadela enfrenta desafíos importantes, como la falta de servicios básicos y el problema de las aguas servidas. Es esencial que todos los vecinos trabajemos juntos para exigir soluciones. Solo con unidad podremos alcanzar un desarrollo integral”.