CIUDAD

Novena del Niño Jesús, Día Sexto


Querido hermano en este sexto día, vamos a tomar como ejemplo a la Sagrada Familia.

Monición inicial

Querido hermano en este sexto día, vamos a tomar como ejemplo a la Sagrada Familia.

Así como la Sagrada Familia, en medio de los peligros y dificultades que tuvieron que atravesar, se mantuvieron firmes y pacientes en la adversidad, así también cada uno de nosotros hemos de resistir los embates que se presentan en nuestros distintos estados de vida actual.

La promesa conyugal entre un hombre y una mujer se amplía al compartir las alegrías y sufrimientos con generosa apertura en la humana convivencia y el bien común.

Abramos nuestros corazones a la fuerza del amor del Señor que ya llega.

Oración inicial

Palabra de Dios Lc 2, 1 - 5

“ Por aquellos días, se promulgó un edicto de César Augusto, que ordenaba un censo de todo el imperio. Este primer censo se hizo cuando Quirino era gobernador de Siria. Todas iban a empadronarse, cada uno en su propia ciudad; así es que también José, perteneciente a la casa y familia de David, se dirigió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a ala ciudad de David, llamada Belén, para empadronarse, juntamente con María , su esposa, que estaba encima”.

Reflexión

La Sagrada Familia es ejemplo del comportamiento de los cristianos frente a la pobreza y la prosperidad. Cuando María y José van a Belén para el censo ordenado por el Emperador con animo de empezar su vida familiar con la satisfacción del deber cumplido, de visitar la ciudad, de encontrarse con parientes y amigos, el alumbramiento de María en tierra ajena, en la oscuridad de la noche, alojados en un pesebre, pone de manifiesto su pobreza. ¿Que harán María y José? ¿Renegarse, perder la calma? Nada de eso. Tranquilos afrontan esa dura realidad confiando en Dios y en si mismo. Dios les bendecirá y volverán gozosos a Nazaret a continuar con su vida sencilla, austera y confiando en Dios que siempre vela por los más necesarios.

Así también en nuestra familia queremos que mejore nuestra situación, sin embargo sabemos que el espíritu de sacrificio, solidaridad y la oración son los caminos que ha marcado la divina providencia, actitudes cristianas que sin duda nos llevaran a la autentica y verdadera prosperidad.