OPINIóN

Obligados a elegir a los menos malos


Carina Becerra Robles

Nos encontramos a pocos días de un cierre de campaña electoral; y, posteriormente, obligados a elegir a un presidente y vicepresidente, además 151 asambleístas y 5 parlamentarios andinos; sin embargo, qué conoce la ciudadanía de las propuestas de trabajo, casi nada, porque la campaña se ha enfocado en ataques y revanchas personales, el uso de las redes sociales en las que se muestra bailes, entrega de regalos y acciones ajenas a lo que respecta en la promoción de planes serios por ejecutarse.

Aunque se han efectuado debates públicos, lo que ha prevalecido ha sido el ego de los postulantes y sus argucias por convencer a los votantes de que ellos son “la solución” a los álgidos problemas que enfrenta la nación, pero sin un sustento práctico, realizable, ejecutable, sostenible, enmarcado en las normas jurídicas, lo cual es el reflejo de la pobreza política de los candidatos.

Es lamentable ver cómo la política se ha tornado en un circo, en el que se entretiene a los ciudadanos con banderines de colores, ofrecimientos, sin pasar del espectáculo.

Si revisamos la página del CNE, donde se encuentra subida la información aprobada por este organismo, referente a los planes de trabajo de los candidatos, nos daremos cuenta de que las “buenas intenciones” no tienen una estructura lógica ni sostenible y se quedan en la demagogia.

Con estos antecedentes, los electores tenemos la gran responsabilidad, este 09 de febrero, de actuar con el compromiso cívico de elegir “al menos malo” de entre un centenar de postulantes que están más enfocados en allanar el camino a quienes ya tuvieron su oportunidad de gobernar y dejaron mucho que desear sin que haya una preminencia de ideas propias y menos pensadas en el bienestar colectivo.