Lady Gaga en los Premios Óscar 2019, luego de ganar una estatuilla a mejor canción original. Foto de AFP
La alfombra roja de los Premios Óscar es sinónimo de glamur, pero hay algo que muchas veces deslumbra más que los vestidos, y eso son las joyas. Durante décadas, las estrellas de Hollywood han lucido piezas que complementan sus looks, pero sobre todo que han marcado precios que quedan para la historia. Repasemos algunas de las joyas más caras que han pasado por los Óscar.
En una época en la que llevar joyas extravagantes aún no era una norma en los Óscar, Elizabeth Taylor marcó un antes y un después al presentarse en la ceremonia de 1970 con una pieza de diamante diseñado por Taylor-Burton. Se trataba de un diamante en forma de pera de 69,42 quilates, adquirido en 1969 por Richard Burton por 1,2 millones de dólares. En su momento, la compra causó revuelo en los medios, pero nadie podía negar que Taylor lo lucía completamente.
En los Óscar de 1991, la cantante Madonna decidió rendir homenaje a Marilyn Monroe con un look inspirado en la icónica película Gentlemen prefer blondes.
Acompañada por Michael Jackson, la reina del pop llevó un collar de diamantes de Harry Winston, una pieza valuada en 20 millones de dólares.
A los 87 años, Gloria Stuart, quien interpretó a la anciana Rose en Titanic, hizo un homenaje al famoso “corazón del mar” cuando llegó a los Óscar 1998 con un collar de diamantes de Harry Winston. La pieza, que contaba con un diamante azul de 15 quilates, tenía un precio de 20 millones de dólares y se convirtió en una de las joyas más recordadas de la historia de la ceremonia.
