El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo que no reconocía los resultados de las elecciones en Ecuador y llama la atención que haya recurrido a mentiras para justificar su posición.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo que no reconocía los resultados de las elecciones en Ecuador y llama la atención que haya recurrido a mentiras para justificar su posición.
La primera mentira es que el presidente Petro afirmó que la OEA señaló irregularidades en el proceso eleccionario. Lo real es que la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos, liderada por Heraldo Muñoz, informó que “el espíritu democrático quedó demostrado en cada mesa”. La OEA hizo recomendaciones, es verdad. Pidió corregir procedimientos específicos, pero jamás mencionó que hubo irregularidades.
La segunda mentira tiene que ver con el estado de excepción decretado en siete provincias. Según Petro, eso implica que no haya elecciones libres. “El ejército dirigió la jornada electoral, las mesas durante las elecciones, y el conteo de votos”, escribió el mandatario colombiano. El estado de excepción fue la renovación de un decreto existente desde el inicio del mandato del presidente Noboa. Esas siete provincias del Ecuador tienen 15 meses consecutivos bajo estado de excepción por el conflicto armado interno existente en el país. Y, sobre todo, en Ecuador los militares son los guardianes de los procesos democráticos dentro de los recintos desde que está vigente el actual Código de la Democracia, es decir, desde la era del Socialismo del Siglo XXI.
“No hay elecciones libres bajo estado de sitio”, es la tercera mentira de Gustavo Petro, quien se entromete en asuntos internos del Ecuador y que amerita, como mínimo, un exhorto de nuestro país, sin embargo, la prudencia demostrada por el presidente Noboa es quizá el camino apropiado en estos momentos en los cuales el país está dividido.
La vicepresidenta electa, María José Pinto; el ministro de Gobierno, José De La Gasca y el propio presidente, Daniel Noboa, han dado claros mensajes conciliadores para superar diferencias y buscar la unidad nacional, pues este es el momento que el país nos requiere caminar juntos para superar los grandes problemas de la nación como el desempleo y la pobreza.
Petro debería ser más frontal, como su coidearia, Claudia Sheinbaum, quien sin ambages aseguró que no entablará relaciones con Ecuador mientras Noboa sea presidente, porque no quiere. El presidente colombiano debería quitarse la máscara, en lugar de escudarse en mentiras para justificar su decisión.
