OPINIóN

Editorial: Sin soluciones ambientales


En El Oro atravesamos múltiples dificultades de índole ambiental sin la reparación adecuada por parte de los gobiernos locales.

En El Oro atravesamos múltiples dificultades de índole ambiental sin la reparación adecuada por parte de los gobiernos locales. La minería deja una huella ecológica irreparable y, sin embargo, los niveles de reforestación son exiguos con relación a la necesidad de espacios verdes renovados que requiere nuestra provincia para preservar las afluentes contaminadas con los relaves mineros. De hecho, el Ministerio de Agua, Ambiente y Transición Ecológica ha detectado que las afluentes en El Oro están contaminadas a causa de la arremetida minera.

Uno de los efectos visibilizados por este tipo de contaminación es el cambio climático: inundaciones, deslizamientos de tierra, incendios forestales son tan solo unas cuantas consecuencias de la mala gestión ambientales en los territorios.

No se trata de prohibir actividades que generan impacto ambiental como la minería. Sino de aplicar auténticas remediaciones, como un tratamiento adecuado a los relaves y demás desechos ocasionados por esta industria que es uno de los principales aportantes al erario nacionales.

Los cantones también reprueban con la gestión de desechos sólidos y lixiviados. De hecho, en Santa Rosa ocurre el mayor daño ambiental a causa de una inadecuada gestión de desechos. Según datos del MAATE, hay un manejo inadecuado de los desechos sólidos en las islas del archipiélago de Jambelí, donde la municipalidad ni siquiera se ha preocupado por ejecutar la construcción de una planta de tratamiento.

Y esa problemática se repite en los demás cantones costeros, donde los desechos se van al mar en lugar de tratarlos de forma adecuada, que es lo que corresponde en estos casos. Bajo ese precepto, es menester que el MAATE, junto con los gobiernos municipales al igual que los provinciales, lideren una cruzada nacional por preservar nuestro ecosistema, pues lo que ocurre en El Oro probablemente sea una realidad similar a la que acontezca en otras localidades del país.

Es necesario concienciarnos todos, pues luego, todo se traduce en mayor prevalencia de enfermedades en la población vulnerable, debido a la mala calidad de vida, además de ser propensos a desastres naturales como inundaciones o taludes, dependiendo de la zona en la que habitemos. Existen multilaterales y ONG que financian iniciativas que apunten a preservar el ecosistema, todo es cuestión de liderazgo y decisión.