ADN tiene todo encaminado para tomar el control de la próxima Asamblea Nacional, lo cual le permitirá al presidente, Daniel Noboa, tener gobernabilidad, es decir, cumplir cuatro años de mandato.

ADN tiene todo encaminado para tomar el control de la próxima Asamblea Nacional, lo cual le permitirá al presidente, Daniel Noboa, tener gobernabilidad, es decir, cumplir cuatro años de mandato sin entretenerse en sustanciar juicios políticos o requerimientos de información, sino, solo dedicarse a trabajar. No hay pretexto de ninguna índole.
No obstante, desde el oficialismo surgen las primeras voces que plantean que quien será postulada para presidir la próxima Asamblea Nacional será la mamá del señor presidente, Annabella Azín, es decir, la mamá de Daniel Noboa Azín, lo cual sería un despropósito, desde todo punto de vista.
Vale precisar que Annabella Azín no es la asambleísta más votada, porque la elección de asambleístas nacionales no es unipersonal ni es entre listas, esa votación es en plancha, por tanto, no se puede hablar de una candidata más votada, pero sí de una organización política con más votos y en este caso es ADN.
A esto sumamos que debe ser considerado inadmisible plantearse avalar la pretensión del oficialismo de que una mamá fiscalice a su hijo. Es verdad, por votación, a ADN le corresponde la Presidencia de la próxima Asamblea Nacional, pero no necesariamente puede ser la mamá del primer mandatario la persona postulada para ese cargo. ADN tiene cuadros jóvenes, profesionales, preparados, que bien podrían asumir ese reto de dirigir al primer poder del Estado. A Annabella Azín no le falta ni preparación, ni experiencia, ni capacidad. Al contrario, posee todas esas virtudes, pero no es lo correcto, pues existe un evidente conflicto de intereses.
El presidente Noboa puede quererlo de esa manera, de hecho, parece acostumbrado a rozar los límites de los conflictos de intereses, sin embargo, el llamado de atención es, sobre todo, para aquellos asambleístas que ganaron sus curules en los comicios del 9 de febrero pasado y que no son de Acción Democrática Nacional, pero que, en su afán de darle gobernabilidad al primer mandatario, deciden alinearse a esa tendencia política. Bien pueden darle el voto a ADN para la Presidencia de la Asamblea Nacional, pero deberían dejar clara su postura que ese voto no irá para la mamá del primer mandatario.
Esperemos que prime la sensatez para que los ganadores sean todos los ecuatorianos, si eso no ocurre, no debemos olvidar a esos independientes que lo permitieron.
