La presente temporada invernal, con un par de lluvias, deja al desnudo las deficiencias de la gestión pública de los gobiernos autónomos descentralizados.

La presente temporada invernal, con un par de lluvias, deja al desnudo las deficiencias de la gestión pública de los gobiernos autónomos descentralizados. Los alcaldes de los cantones orenses con mayor impacto atribuyen la falta de obras de prevención al retraso en las asignaciones presupuestarias por parte del Gobierno Central. Mientras que la percepción ciudadana es una inadecuada gestión, administración y ejecución de los presupuestos municipales y provinciales.
Los cantones situados en la parte baja de El Oro sufrieron las lluvias con inundaciones que dejaron anegados distintos sectores, centenares de familias damnificadas, pero, sobre todo, secuelas con enfermedades para las personas que habitan en las zonas de riesgo y si a esto le sumamos que cada vez que llueve, de forma automática se suspende la provisión de agua potable en Machala, Pasaje y El Guabo, pues notamos que es el coctel perfecto de negligencias que tienen a los pobladores sumidos en el subdesarrollo.
De la prefectura ni hablar. La falta de revestimiento de las afluentes y quebradas con escolleras, por visibilizar apenas un par de obras de mitigación, sumado a la falta de mantenimiento vial apropiado en la ruralidad trae como consecuencia que comunidades enteras queden aisladas. El prefecto niega que está concentrado en atender la zona urbana de Machala, por su aspiración a la alcaldía de esta ciudad y que por esa priorización en la ejecución presupuestaria tiene descuidada la ruralidad provincial.
En estos momentos de dolor y tragedia, quienes menos tienen son aquellos que con mayor fuerza sienten el impacto de la naturaleza por habitar en zonas de alto riesgo. Ellos sienten con mayor rigor las consecuencias de una mala administración pública. En redes sociales se ha cuestionado la millonaria inversión del presupuesto público en conciertos y espectáculos banales por sobre las obras que en realidad necesita la gente. Es el momento de exigir a nuestros gobernantes que prioricen a los ciudadanos para solucionar los grandes problemas de nuestra provincia en materia de vialidad, alcantarillado, agua potable, saneamiento ambiental, manejo de desechos sólidos, para mejorar la calidad de vida de los orenses.
No puede ser posible que en pleno siglo XXI una lluvia de 10 horas deje en la calle a más 500 familias en los distintos cantones de nuestra provincia. No podemos permitir que estas desgracias se repitan.
