El Ecuador enfrenta una serie de contagios y hasta muertes a causa de epidemias no previstas, pero que representan un desafío integral para el Estado en su conjunto.

El Ecuador enfrenta una serie de contagios y hasta muertes a causa de epidemias no previstas, pero que representan un desafío integral para el Estado en su conjunto. Las vidas perdidas en la localidad amazónica de Taisha a causa de la leptospirosis, además de la serie de contagios producto de la tosferina, sumado a los denominados “casos aislados” de fiebre amarilla nos presentan un nuevo paradigma para evitar un desbordamiento de casos que superen la capacidad de respuesta de un ya colapsado sistema de salud pública.
Para el efecto, es necesario que las familias ecuatorianas acojan las recomendaciones ofrecidas por el Ministerio de Salud Pública, es decir, vacunen a sus familiares que estén dentro de los priorizados, tal como ya se lo hizo durante la pandemia del COVID-19. Además, utilicen mascarilla y acudan al médico al primer síntoma respiratorio. Nadie quiere volver a confinamientos y vivir la pesadilla que el mundo sufrió durante la pandemia. Por tanto, de las dolorosas lecciones debemos aprender a protegernos. Si ya sabemos las deficiencias que por antonomasia tiene el Estado, es menester evitar llegar a necesitar de esos servicios y para el efecto, el uso de mascarillas es lo apropiado.
Sin embargo, repetimos errores del pasado. En las farmacias aumentó la demanda por los cubreboca y por tanto, se registra una escasez del producto, eso no debe ser razón para que en las calles se comercialice el producto a precios exorbitantes. ¿Acaso no aprendimos de la pandemia? Es verdad que hay necesidades económicas entre los ecuatorianos merced a la crisis y recesión que nos agobia, pero no por eso motivo se pueden justificar abusos con los precios de este producto tan demandado en los actuales momentos. Hacerlo es atentar contra la vida de un adulto mayor o una persona inmuno depresiva.
Así también, no esperemos que los brigadistas del Ministerio de Salud visiten nuestros barrios o nuestras viviendas para limpiar la maleza existente o eliminar posibles criaderos de mosquitos. Son tres enfermedades las que juntos debemos combatir: la tosferina, la fiebre amarilla y la leptospirosis. Es tarea de todos unirnos y protegernos. Para hacerlo debemos empezar desde nuestros hogares.
