OPINIóN

Ecuador: ¿País de emprendimientos?


Elías Carrillo Ayala

Más del 83% de los ecuatorianos cree que tiene las habilidades necesarias para emprender, contamos con uno de los índices de emprendimiento más alto del planeta, superamos ampliamente al promedio global; sin embargo, los emprendimientos que se generan en el país son en su gran mayoría de subsistencia, con muy poca generación de fuentes de trabajo y reducido potencial de escalabilidad.

El ecosistema emprendedor ecuatoriano cuenta con antecedentes claves que influyen en la creación de nuevos negocios, como la percepción de oportunidades, información demográfica, motivaciones, habilidades y aspiraciones.

La Tasa de Emprendimiento Temprano (TEA) es la más alta de la región, cerca del 30% de la población adulta está iniciando una actividad comercial o tiene una con menos de 3.5 años de antigüedad.

Aproximadamente el 42% de los ecuatorianos perciben oportunidades para emprender, lo que evidencia una considerable brecha entre las capacidades y el entorno; por otra parte, en cuanto a la motivación para emprender, un 49% de los emprendedores lo hace por necesidad y no por oportunidad, revelando un entorno desafiante donde el emprendimiento se convierte en una alternativa a la falta de empleo.

La edad promedio de nuestros emprendedores se ubica en 33 años, cuentan con secundaria completa, y desarrollan sus actividades en sectores como el comercio, alimentos y servicios personales.

Quizá el problema del emprendimiento en el país, no esté en que sea de subsistencia o no, sino en tratarlo como fenómeno cultural cuando es un síntoma económico, esto debido a que mayoritariamente se emprende porque no hay empleo formal, y se lo hace sin que exista una visión estratégica.

Sin lugar a dudas en el país necesitamos emprendimientos más innovadores y dinámicos, pero también es fundamental abordar las barreras estructurales que limitan el potencial de los emprendedores, como lo es la falta de financiamiento, la burocracia, la inestabilidad política y la falta de capacitación. Es necesario un ecosistema emprendedor que fomente la innovación, la colaboración y el acceso a recursos; el Estado, el sector privado y la academia deben trabajar juntos para crear un entorno favorable al emprendimiento.

Superar estos impedimentos, es fundamental para liberar el potencial emprendedor del país y promover un crecimiento económico sostenible e inclusivo.