OPINIóN

Las ideologías dividen a las familias y producen antipatía entre los amigos


Juan José Arreaga Pazmiño

No soy periodista ni politólogo; razono y actúo en base a lo vivido, en el campo social, cultural, político, deportivo y laboral. Muchos amigos he tenido en todos estos espacios, pero es en el campo político —que determina las relaciones de poder— donde, con familiares y amigos, se han desarrollado grandes discusiones, provocando resentimientos, ya que unos defienden la ideología de izquierda y otros la de derecha.

Con la experiencia que tengo de haber actuado en muchas instituciones del Estado, me permito decir que la única ideología que debe ponerse en práctica es ser honesto con los ciudadanos, a quienes les corresponde el derecho y la razón. Esto se llama justicia en beneficio de los ciudadanos, sin importar a qué ideología pertenezcan.

Cuando el gobernante es de izquierda, por lo general actúa en beneficio de sus partidarios o simpatizantes, promulgando leyes que, en un veinte por ciento, favorecen a la población y en un ochenta por ciento resultan negativas. Lo mismo hacen los gobiernos de derecha, sin importarles ese veinte por ciento positivo que podría tener la otra corriente. Con estas actitudes pierden las grandes mayorías y se perjudica al Estado, convirtiéndose en una nación de políticos corruptos, donde los inversionistas de otros países no vienen al Ecuador por la inseguridad política, jurídica, la falta de transparencia en la toma de decisiones, el abuso de poder y una función judicial que actúa en paralelo con los gobiernos de turno, tanto en lo correcto como en lo incorrecto.

Si ponemos en práctica la justicia a quien le corresponde por derecho y razón, se estaría gobernando para todos, escuchando opiniones, poniendo en práctica la transparencia, la rendición de cuentas y la justicia social, reduciendo las desigualdades, pensando en el futuro de la nación y sabiendo manejar los recursos con eficiencia. Con la bendición de Dios, se lo puede lograr, permitiendo el desarrollo de principios y valores morales en todos los ecuatorianos.