Coronel Patricio Ordóñez Cabrera impone la condecoración “Capitán Geovanny Calles” a un infante destacado durante la ceremonia por el Día del Arma de Infantería en la Brigada Motorizada N.º 1 El Oro. El gobernador provincial, Jimmy Blacio Ochoa, entrega la “bandera dividida” —izada en la toma del CPL N.º 1— al comandante de la brigada como símbolo de la victoria. Fotos de Cortesía

Con un despliegue de disciplina, solemnidad y profundo sentido patriótico, la Brigada de Infantería Motorizada N.º 1 El Oro, junto a sus unidades acantonadas en diferentes cantones de la provincia, desarrolló ceremonias militares en conmemoración del 202.º aniversario de la Batalla de Pichincha y el Día del Arma de Infantería del Ejército ecuatoriano.
Durante estos actos, se destacó no solo la gesta histórica que permitió la independencia de Quito en 1822, sino también el papel actual de los soldados ecuatorianos en la defensa de la seguridad interna, especialmente en el contexto del Conflicto Armado No Internacional (CANI), declarado oficialmente por el Gobierno Nacional.
Machala: Reconocimiento
al valor y compromiso
del soldado
En las instalaciones de la Brigada de Infantería Motorizada N.º 1 El Oro, en la capital orense, se llevó a cabo una ceremonia solemne presidida por el coronel de Estado Mayor Conjunto, Patricio Ordóñez Cabrera, comandante de la unidad militar.
Durante el acto, se realizó la imposición de las condecoraciones “Capitán Geovanny Calles” en sus diferentes tipos, así como la medalla del Conflicto Armado No Internacional (CANI), dirigida al personal militar profesional que ha demostrado valentía y compromiso en las operaciones contra el crimen organizado.
Uno de los momentos más simbólicos del evento fue la entrega de la “bandera dividida” por parte del ingeniero Jimmy Blacio Ochoa, gobernador de El Oro. Esta bandera fue izada durante la operación militar en la toma del Centro de Privación de Libertad N.º 1 de El Oro, y representa la victoria frente a los grupos armados organizados. Su entrega a la brigada fue interpretada como un acto de reconocimiento a la firmeza y valor del Ejército en su rol de garante de la paz.
Arenillas: Condecoración
CANI al personal operativo
En el cantón fronterizo de Arenillas, el Batallón de Infantería Motorizado N.º 1 Constitución también celebró una ceremonia especial, enfocada en la imposición de la condecoración CANI. Este reconocimiento fue entregado al personal militar que ha participado directamente en las operaciones de ámbito interno desde el inicio del conflicto armado declarado por el Ejecutivo.
El comandante del batallón destacó que esta distinción simboliza el compromiso del soldado ecuatoriano con la misión de proteger a la ciudadanía, garantizar el orden público y enfrentar sin descanso a las amenazas que ponen en riesgo la seguridad nacional.
Pasaje: Autoridades
civiles respaldaron
labor del Ejército
En Pasaje, el Batallón de Infantería Motorizado N.º 3 Pichincha fue el encargado de llevar a cabo una emotiva ceremonia donde se rindió tributo tanto a la histórica Batalla de Pichincha como al trabajo actual de los soldados en territorio orense.
Durante el acto, se impusieron las condecoraciones “Capitán Geovanny Calles” y CANI, en reconocimiento al valor, sacrificio y entrega del personal militar. El evento contó con la presencia de las principales autoridades del cantón, quienes elogiaron la labor del Ejército y reafirmaron el respaldo institucional a sus operaciones en favor de la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.
Las tres ceremonias desarrolladas en Machala, Arenillas y Pasaje evidencian el rol protagónico del Ejército ecuatoriano en el contexto actual. La infantería, históricamente formada para la defensa del territorio, ha asumido también la tarea de luchar contra una nueva amenaza: el crimen organizado que opera dentro del país.
En ese sentido, las condecoraciones entregadas al personal militar no solo son símbolos de reconocimiento, sino también de un compromiso permanente con la nación.
La celebración del Día del Arma de Infantería, coincidiendo con la gesta libertaria del 24 de Mayo de 1822, refuerza el legado histórico del soldado ecuatoriano: ser protagonista de la libertad en el pasado y de la paz en el presente.
