En lo que va del año 2025, la provincia de El Oro se ha consolidado como una de las zonas más conflictivas del país en lo que respecta al tráfico y decomiso de armas de fuego.

En lo que va del año 2025, la provincia de El Oro se ha consolidado como una de las zonas más conflictivas del país en lo que respecta al tráfico y decomiso de armas de fuego.
Con un total de 973 armas incautadas, El Oro ocupa el cuarto lugar a nivel nacional, solo por detrás de Guayas, Manabí y Los Ríos, según cifras oficiales difundidas por las autoridades de seguridad.
Este preocupante número no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia alarmante que refleja el creciente poderío de las estructuras delictivas que operan en las provincias costeras del Ecuador.
Las estadísticas no hacen más que evidenciar una problemática que ha venido gestándose desde hace varios años: la entrada constante y progresiva de armamento ilegal al territorio nacional.
Las investigaciones de las fuerzas del orden apuntan a que estas armas provienen principalmente de Colombia y Perú, ingresando por pasos fronterizos no autorizados o a través de rutas marítimas clandestinas que esquivan la vigilancia estatal.
En otros casos, el armamento ha sido detectado incluso en paquetes enviados por empresas de encomiendas, lo que pone de manifiesto la capacidad de adaptación y sofisticación de las redes criminales.
Entre las armas confiscadas se encuentran desde pistolas y revólveres de fabricación industrial hasta escopetas y artefactos caseros de elaboración artesanal, algunos con modificaciones para incrementar su letalidad.
Este arsenal es utilizado por organizaciones criminales que operan en la región para cometer asesinatos, ejecutar extorsiones, protagonizar enfrentamientos armados entre bandas y ejercer control territorial mediante la intimidación y la violencia directa.
POSICIÓN GEOGRÁFICA
La posición geográfica estratégica de El Oro, limítrofe con el Perú y con acceso a importantes rutas portuarias, ha facilitado la operación de estos grupos, que aprovechan tanto los pasos clandestinos de la frontera terrestre como los muelles informales y puertos menores para movilizar armas, drogas y otros insumos ilegales.
La situación ha convertido a la provincia en un punto clave dentro del mapa delictivo nacional, una especie de nudo logístico donde confluyen intereses de bandas locales y carteles internacionales.
El fenómeno no es nuevo, pero ha adquirido una dimensión más grave en los últimos años. Entre 2020 y 2025, el 82,6 % de los homicidios perpetrados en el país se cometieron con armas de fuego, una cifra que ilustra de manera contundente la
PUERTO BOLÍVAR
Las autoridades atribuyen esta ola de atentados a la lucha entre bandas criminales como Los Lobos, Los Box y Los Choneros, quienes buscan dominar rutas de tráfico, extorsiones y territorio. En este conflicto, la población queda atrapada y silenciada por el miedo.
Machala vive una crisis de seguridad sin precedentes, con barrios militarizados y ciudadanos que prefieren callar antes que denunciar.
La capital de El Oro, Machala, ha sido incluida en la lista de las ciudades más violentas de América Latina y el Caribe, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal. Esta clasificación, basada en los crímenes ocurridos en 2024, refleja una crisis de seguridad que parece continuar en 2025.
De acuerdo con la entidad, Machala se ubica en el séptimo lugar por número de homicidios.
