Insoportable se ha vuelto el olor a orina que dejan impregnado los adictos al alcohol en las paredes de las viviendas situadas en las calles 9 de Mayo y Bolívar, en el casco central de Machala.
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Insoportable se ha vuelto el olor a orina que dejan impregnado los adictos al alcohol en las paredes de las viviendas situadas en las calles 9 de Mayo y Bolívar, en el casco central de Machala.
Quienes habitan en la zona lamentan la falta de control para evitar el consumo de bebidas alcohólicas y de moderación en espacios públicos como las aceras de esta área regenerada.
El principal cuestionamiento apunta a que estas personas con problemas de adicción realizan sus necesidades biológicas en los portales de las viviendas y lo hacen no solo en las noches o madrugadas, sino incluso en el día.
Por esta razón, solicitan a las autoridades competentes que realicen un control adecuado de la problemática existente.
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