Son contracciones musculares involuntarias dolorosas y de poca duración que se producen de forma brusca e inesperada.

Son contracciones musculares involuntarias dolorosas y de poca duración que se producen de forma brusca e inesperada. El origen puede involucrar alteraciones metabólicas, neurológicas, sobreesfuerzo, sobrecargas etc. aparecen tras ejercicios intensos y agotadores pero pueden aparecer incluso en reposo. Se diferencian de las fasciculaciones musculares, ya que estas son contracciones musculares menores en el área de un grupo muscular abastecido por una sola fibra nerviosa motora y estas pueden pasar desapercibidas.
¿Qué provoca los
calambres en los pies?
Las piernas, los brazos, las manos y los pies son las zonas donde más se producen. Las causas más comunes por las cuales se producen calambres son:
Deshidratación con pérdida de agua y sales minerales: debemos hidratarnos a pequeños sorbos antes, durante y después de hacer ejercicio.
Déficit de potasio, sodio u otros minerales como magnesio o calcio: para prevenirlos, es importante llevar una alimentación equilibrada. Puede ayudarnos una buena bebida deportiva.
Situaciones de estrés o ansiedad: sabemos que son difíciles de evitar pero trata al menos de que el deporte no se convierta en una nueva fuente de presiones y preocupaciones. No te exijas unos objetivos demasiado ambiciosos, adapta tu entrenamiento a las sensaciones que tienes cada día e introduce actividades relajantes como yoga o pilates que además pueden ayudarte con tu flexibilidad.
Alteraciones circulatorias, tipo varices, sobre todo en los miembros inferiores: aunque no padezcas estos problemas, es conveniente evitar las prendas muy apretadas, que dificultan el retorno venoso. Controla tu peso y sigue haciendo deporte, son las mejores maneras de prevenir estos problemas.
Cambios bruscos de temperatura: exponer los músculos a cambios rápidos de temperatura pueden provocar calambres. En invierno es muy importante realizar un calentamiento adecuado y progresivo cuando salimos a entrenar al aire libre.
Hábitos de postura incorrectos para dormir o trabajar: una mala postura por largo tiempo puede ocasionar calambres en el momento de estirar los músculos.
Situaciones como embarazo, sobrepeso o alcoholismo: si te encuentras en una de estas situaciones, debes ser especialmente cuidadoso a la hora de planificar tu nutrición, hidratación y sesiones de entrenamiento.
Calzado estrecho: en el caso de los pies, pueden aparecer calambres por el uso de un calzado muy ajustado debido a la gran presión en el interior del mismo. piedica.com
