Pocos son los centros de faenamiento (camales) de la provincia que cuentan con la certificación MABIO. Según las estadísticas de Agrocalidad, en la provincia existen 61 centros de faenamiento, de los cuales 54 están en funcionamiento y 7 están clausurados.
Pocos son los centros de faenamiento (camales) de la provincia que cuentan con la certificación MABIO. Según las estadísticas de Agrocalidad, en la provincia existen 61 centros de faenamiento, de los cuales 54 están en funcionamiento y 7 están clausurados.
De los que están en funcionamiento, solo 13 cuentan con la certificación Matadero Bajo Inspección Oficial (MABIO). Blanca Delgado, funcionaria de Agrocalidad manifestó que 2 centros de faenamiento tienen suspendida la certificación y 39 no cuentan con este logotipo.
MABIO
MABIO es un logotipo que certifica la inocuidad de la carne en Ecuador, esto tiene como finalidad que los centros de faenamiento industriales y artesanales, públicos, mixtos y privados puedan usarlo en sus productos para diferenciarlos; y los consumidores conozcan y exijan que estos productos vengan de centros habilitados con la respectiva certificación
La certificación no es obligatoria, ni tiene ningún costo, el logotipo debe seguir las indicaciones del manual de uso y aplicación emitido por Agrocalidad.
La institución es la encargada de garantizar la calidad de los alimentos en su fase primaria de producción, a través de la implementación de buenas prácticas de producción y control de contaminantes en productos agropecuarios para asegurar la soberanía alimentaria del país.
Por este motivo, con la certificación busca garantizar la inocuidad de la carne como producto primario, durante su obtención que se lo debe realizar en lugares autorizados por Agrocalidad y que han cumplido con la normativa legal vigente.
Los centros de faenamiento o mataderos deben cumplir con varios requisitos que solicita Agrocalidad para obtener la certificación MABIO. Los camales que faenan aves deben cumplir 35 ítems y los porcinos y bovinos 88 ítems como agua potable, luz, infraestructura, ubicación, deben estar alejados de puntos de contaminación, higiene en herramientas, personal y en la infraestructura. “Son una serie de cuestionamientos donde el centro de faenamiento debe trabajar de manera óptima”, expresó Delgado.
Varios centros de faenamiento no colocan el logotipo MABIO en los empaques, pero en sus establecimientos lo exhiben en un lugar visible.
OPERATIVOS
La entidad con el objetivo de que los centros de faenamiento cumplan con lo que estipula la ley, ha efectuado durante este año 8 operativos de control y 3 clausuras de mataderos clandestinos. En total ha decomisado 1.386 libras de carne porcina y 1.200 libras de carne de res.
Para evitar la proliferación de mataderos clandestinos la empresa de Mercados Machala también efectúa controles. Por parte de esta entidad se conoció que desde enero hasta la actualidad ha efectuado 12 operativos de control de productos y subproductos cárnicos. El objetivo es disminuir progresivamente el expendio de productos de dudosa procedencia que afectan a la salud de los consumidores y verificar que se cumplan todas las obligaciones que disponen las ordenanzas municipales para el correcto ejercicio de la actividad comercial en la ciudad.
El centro de faenamiento ha decomisado 2.923,50 libras de carne de los diferentes establecimientos de cárnicos, que en su mayoría los propietarios y encargados no mostraron la documentación de origen para su comercialización y en algunos locales la carne no estaba apta para el consumo humano.
El producto decomisado en cada uno de los operativos sigue en proceso de desnaturalización para su traslado al relleno sanitario. “Como gerente de la empresa de mercados y camal, nuestro compromiso es controlar y brindar de manera eficiente la atención y el servicio a la ciudadanía en los mercados y camal municipal para contribuir en la salud alimentaria de la comunidad con responsabilidad social”, agregó Escobar.
Se conoce que en la ciudad hay camales clandestinos y la población no denuncia por temor. Este la empresa municipal realizó un operativo en la parroquia El Cambio, el terreno era utilizado como camal y venta de productos cárnicos, por ese motivo es necesario que la ciudadanía denuncie llamando al ECU-911 o a los teléfonos de la Empresa Pública Municipal de Mercados 073702305.
“Nosotros nos manejamos con absoluta reserva al momento de actuar, con el oportuno seguimiento y la participación de más entidades de control como Agrocalidad, Policía Municipal, Nacional, entre otros”, explicó un funcionario de la empresa pública.
PEDIDO
En días anteriores a este medio de comunicación llegó un oficio donde los moradores dieron a conocer el malestar que tienen en Chilla.
Los habitantes que residen en el sector Playas de Daucay exigen al alcalde del cantón, Richard Cartuche, la clausura definitiva de las chancheras y control en el río Daucay, donde existe la presencia de trabajos de minería ilegal, es el pedido de los habitantes del cantón Chilla.
En el documento explican que desde hace muchos años sufren los olores insoportables debido a que en el centro del poblado hay una proliferación de chancheras.
Los moradores señalan que los dueños desechan los restos de la limpieza directamente a las quebradas cuyas aguas putrefactas desembocan en los ríos Daucay y Chilola, que causa afectación no solo ambiental sino también a los bañistas que acuden al lugar.
Explican que otro contaminante ambiental son las labores de minería ilegal que se efectúan en dichos ríos. En la carta dirigida al primer personero municipal, los moradores señalan que ya han realizado las denuncias respectivas a la comisaría municipal del cantón, pero que el principal de la entidad con sus colaboradores “se han hecho de la vista gorda frente a esta grave problemática que afecta la salud de nuestras comunidades; y al parecer hay presuntos compromisos con los propietarios de dichas chancheras para no actuar conforme a la ley, hecho que naturalmente es parte de la corrupción a la que han sidos sometidas las entidades y autoridades de control”, señala el oficio.
El documento finaliza con una advertencia al alcalde enfatizando que “en caso de incumplimiento a sus funciones nos reservamos el derecho a seguir acciones en las instancias correspondientes para hacer prevalecer nuestros derechos”.