OPINIóN

Contribuciones extraordinarias


Alcides Espinoza Ramírez

El presidente Lasso se dispone a remitir a la Asamblea Nacional, un mega proyecto de reforma tributaria, primera en su mandato, que según anuncios de su Ministro de Finanzas, incluiría la exigencia de contribuciones extraordinarias a cada ecuatoriano que reciba el ingreso per cápita de un mil dólares o más, calculando el impacto al 4% de la población nacional, calificado como “pudiente”.

El argumento que pretende sostener la pertinencia del nuevo tributo se desprende de la encuesta 2020 de Empleo, Desempleo y Subempleo que revela un 60 % de la población con menos de $ 300 per cápita al mes; el 88 % con menos de $ 500, y cerca del 96 % gana menos de $ 1.000, deduciendo que la iniciativa no afectaría al 96% de los ecuatorianos.

Al respecto, existe en Derecho el principio de la generalidad por el cual la obligación de contribuir al sostenimiento del Estado es de todos. Entones, en primer lugar, la responsabilidad de los mandatarios, radica en lograr que se incremente la masa de contribuyentes, con inteligentes proyectos de producción, productividad y optimización de recursos, incluyendo alianzas para dinamizar y diversificar la inversión de capitales y utilidades del sector privado, inspirándose en el objetivo de mejores ingresos y mejores condiciones de vida para ese 96% marginado de la población ecuatoriana.

En segundo lugar, aquello de una base de USD 1.000,oo para determinar la capacidad de una contribución extraordinaria, camufla ingresos de quienes tendrían esa cantidad o más por día y agrupa a profesionales y expertos que por sus gastos en estudios, experiencias e instalaciones, simplemente devengan sus propios esfuerzos y deudas.

En tercer lugar, el requerimiento fiscal no es para cubrir costos de mejores servicios públicos, sino para mitigar el peso de un abultado déficit presupuestario y satisfacer requisitos contractuales del Fondo Monetario Internacional (FMI). Por tanto, los legisladores, tienen el deber de probar su lealtad con su misión de representantes, analizando y decidiendo en justicia.