OPINIóN

Editorial: Espera eterna




Todo apunta a que se cumplirán los nueve años de espera para la entrega de los centros de salud tipo C construidos en Brisas del Mar y El Paraíso. Primero, fue el Ministerio de Salud el que inició la edificación de la obra. Luego de múltiples actos de corrupción detectados, pero escondidos, durante la ejecución de esos trabajos que finalmente quedaron detenidos, los trabajos pasaron a la Secretaría de Contratación de Obras para que los termine. Se terminó primero esa cartera de Estado y no los Tipo C, que ahora están a cargo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas. ¿Qué tiene que ver la salud con el transporte y las obras públicas? Solo el gobierno lo sabe. Lo cierto es que en enero se cumplen nueve años desde que inició esta obra, en su fase contractual y todavía no serán entregados estos centros Tipo C.

En un reciente recorrido del gobernador, a escondidas -porque no invitaron a ningún medio de comunicación que los acompañe, más bien, se limitaron después a enviar un boletín de prensa solo con la versión institucional de los hechos-, dice estar complacido por el avance de la obra. Es increíble que la primera autoridad de la provincia piense de esa manera. ¿Cómo estar complacido con una obra que todavía no está terminada, ni siquiera en su parte gris, peor en equipamiento y asignación de talento humano?

Han pasado ocho años. En enero se cumplirán nueve. Y todavía ni siquiera saben cuándo mismo va a funcionar, porque solo se están preocupando de la obra gris. ¿Y qué pretenden inaugurar, acaso cuatro paredes de cemento? Que no ocurra lo mismo que con el Coliseo 3000, el hospital de Piñas, o el aeropuerto de Santa Rosa: grandes obras, subutilizadas o inutilizadas por falta de talento humano, equipamiento e incluso, hasta falta vuelos (aeropuerto) y parquet (coliseo).

Ya debería haberse realizado el concurso, y ya deberían estar listos los nombramientos y contratos para el personal administrativo, de servicio y profesionales de las distintas áreas. Cuando ya estén atendiendo a los machaleños y orenses, ahí sí, señores autoridades, en ese momento, pueden sentirse complacidos con una obra, porque ya tenemos ocho años y tres gobiernos, viendo cómo los obreros pegan ladrillos.