Se acaba un año más y siguen los jubilados sin alcanzar los pagos por parte del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Son los sectores principalmente afectados por el déficit que registra esa institución y curiosamente.
Se acaba un año más y siguen los jubilados sin alcanzar los pagos por parte del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Son los sectores principalmente afectados por el déficit que registra esa institución y curiosamente, son los más sensibles por la naturaleza de sus funciones: educación y salud. Las deudas en ambos casos no tienen ni siquiera un indicio que puedan ser pagadas en el corto o mediano plazo. Existen jubilados que ya han fallecido a lo largo de estos años de espera. El régimen anterior intentó frenar la morosidad del IESS con pagos por partes, no obstante, no ha sido suficiente. Por eso, persiste el reclamo de exdocentes, así como de quienes dedicaron más de tres décadas de servicio al sistema de salud pública del país.
El IESS requiere una inyección económica urgente. El Estado debe pagar todo lo que le debe a esta institución que ha sido desfalcada vilmente por los gobiernos de turno, sirviéndoles como caja chica. El Estado adeuda $ 4.300 millones. Una cifra impagable. Pero es momento de empezar a inyectarle capitales a esta institución a fin de que, a su vez, cubra con lo que corresponde en cuanto a sus servicios y eso tiene que ver con el pago de jubilaciones, pensiones, así como, dotar de la medicina necesaria a los hospitales del IESS en el país, y tener flujo económico para entregar créditos quirografarios e hipotecarios a los afiliados.
Estas necesidades son urgentes. Los afiliados no aguantan más el pésimo servicio que reciben en los hospitales del IESS, como los jubilados no toleran ni un día más sin cobrar todo lo que les deben, que es producto de su trabajo de toda la vida. El trato inhumano que han recibido por parte del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social debe ser analizado a fondo por parte de las autoridades de control. La Asamblea Nacional, dentro del ámbito de sus competencias fiscalizadoras, así como Contraloría, Fiscalía y los operadores de justicia, deben determinar responsabilidades civiles, administrativas o penales en este caso y dar con los responsables del desfalco histórico del IESS; hacerles devolver la plata y empezar a retribuir a quienes hoy sufren las consecuencias de nefastos gobiernos. Ahora bien, es el momento histórico para blindar esa institución y evitar que vuelva a ser utilizada como caja chica.