• Escoge un momento en el que el bebé esté tranquilo. Lo peor que podemos hacer es intentar cortarle las uñas si se está moviendo mucho o si llora.
• Escoge un momento en el que el bebé esté tranquilo. Lo peor que podemos hacer es intentar cortarle las uñas si se está moviendo mucho o si llora. Si queremos que todo fluya sin peligro, mejor esperar a que el niño se tranquilice. Eso, puede ser en distintos momentos para cada uno, como después del baño o incluso mientras duermen.
• Córtale las uñas mientras está acostado boca arriba y seguro en una superficie firme y donde accedas con facilidad a sus dos manitas y/o pies.
• Si el bebé ya se sostiene sentado, tenlo sobre tus piernas con la espalda apoyada en ti, en una posición segura y firme en la que quede rodeado por uno de tus brazos, que mantendrá el otro brazo del bebé sujeto para evitar que dé un manotazo mientras que con tu mano libre usas las tijeritas o el cortaúñas.
• Sujeta el dedito de la uña que vas a cortar entre tu índice y el pulgar para mantenerlo inmóvil.
• No alargues el proceso del corte de uñas ya que el bebé se pone nervioso y empezará a moverse más, a llorar...
• Utiliza tijeritas o cortaúñas especiales para bebés, limpios y secos. Las tijeras para bebés son pequeñas y tienen punta redondeada y los cortaúñas son pequeñitos también, para adaptarse a la uña del pequeño.
Corta la uña a ras del dedito, sin aproximarse demasiado a la piel. Es preferible cortar en cuadrado que en redondo, aunque se le puede dar una ligera curva a los extremos para que no queden picos.