Comienzan a alargarse los días, a subir las temperaturas y a aparecer nuevos brotes en los árboles; claras señales de la inminente llegada de la primavera, estación que tendremos oficialmente en el hemisferio sur desde el 21 de septiembre.

Comienzan a alargarse los días, a subir las temperaturas y a aparecer nuevos brotes en los árboles; claras señales de la inminente llegada de la primavera, estación que tendremos oficialmente en el hemisferio sur desde el 21 de septiembre. Con ella, llegan también las conocidas alergias o rinitis alérgicas, con todas las molestias que implican y que, muchas veces, pueden confundirse con un resfrío común. María Paz Salin, otorrinolaringóloga de IntegraMédica, explica en detalle por qué se producen y cómo distinguirlas de virus respiratorios.
“La rinitis alérgica ocurre como una respuesta exagerada del sistema inmune, el que reconoce como dañinas a ciertas moléculas del ambiente y produce una reacción inflamatoria de la mucosa nasal, ocular o en cualquier parte de la vía aérea. Es habitual en primavera por la polinización de árboles, pastos y malezas, lo que genera una mayor circulación de partículas alergenas en el ambiente”, sostiene la especialista.
De hecho, según la Organización Mundial de la Alergia (OMA), un 20% de la población mundial sufre alguna enfermedad alérgica y en Chile se estima que esa cifra es aún mayor, por lo que es importante conocer cuáles son sus características diferenciadoras, para tratarla adecuadamente.
Frente a esto, la experta detalla los principales síntomas de una rinitis alérgica:
- Goteo y congestión nasal
- Ojos llorosos, rojos y que causan picazón (conjuntivitis alérgica)
- Estornudos
- Tos
- Picazón en la nariz, paladar o garganta
- Piel hinchada y de color azul debajo de los ojos (ojos morados alérgicos)
- Goteo posnasal o exceso de mucosidad al fondo de la garganta
- Fatiga
