OPINIóN

Defender a Lasso es señal de inepcia


Cristhian Reyes

Se defiende con fuerza solo aquello que es parte de nuestros intereses; por esa razón, llamativa es la gran cantidad de entes conscientes e inconscientes, qué por un beneficio pecunario o sesgo ideológico están dispuestos a vendarse. Se hacen llamar “periodistas”, “expertos”, “analistas”, “pensadores”; en fin, usan un sin número de adjetivos para definirse y de estereotipos para atacar. Dicen tener la razón en medio de la intersubjetividad, hablan de objetividad en un entorno caótico y se declaran “moraléticos” - pues la moral y la ética son elementos fundamentales para ellos ante la crítica.

Ahora bien, justificar las decenas de muertes mensuales - es de bárbaros; omitir del debate la ola migratoria debido a deudas y la falta de empleo - es de infames; desentenderse de las altas tasas de interés, encargadas de disminuir el ingreso real de la población - es de quemimportistas; defender un gobierno que le importa nada la ciencia - es de estólidos; exculpar a un demagogo, que no contento con mentirle a la nación, también aniquila la salud; pues, no le interesa bajo que condiciones y dolores mueren los más vulnerables - es de inhumanos. La lista es extensa, pero no viene al caso. La cuestión, es qué, así es como la prensa partidista y los pseudointelectuales se prostituyen ante la injusticia y la desgracia; pues, solo les apasiona sus deseos y la alimentación del ego, caso contrario sufren psicológicamente. ¿Cómo se puede defender, lo indefendible? Aún cuando nos entregan datos falsos, nada de investigación metodológica, nunca hacen análisis matemáticos comparativos, no revisan las cifras sistémicamente; pues, toda valoración la generan gracias al hígado y a cimientos ideológicos; aún así, dicen ser libres. Como resultado tenemos un gran porcentaje de la masa social, repitiendo lo que se transmite emocionalmente con ayuda de imágenes y guiones a través de las pantallas. Un discurso básico, sin raciocinio, absurdo, vacío; pero sí, cargado de mucho odio. Se han asegurado de “fortalecer” el pensamiento político apoyándose en el odio, la ignorancia y la fragmentación; nunca les ha interesando, ni interesará la unión y evolución social.