OPINIóN

Editorial: Carlos Falquez Batallas


A su partida, Carlos Falquez Batallas deja un vacío profundo en diferentes ámbitos: en su familia, seres queridos, en la organización política a la que perteneció hasta el último día, y deja una huella que impregnó en su paso por la función pública durante 44 años de activa vida de servicio.

A su partida, Carlos Falquez Batallas deja un vacío profundo en diferentes ámbitos: en su familia, seres queridos, en la organización política a la que perteneció hasta el último día, y deja una huella que impregnó en su paso por la función pública durante 44 años de activa vida de servicio. Es que su vocación por ser útil en esta sociedad lo catapultó como líder nato, desde su etapa de docente secundario en su querido colegio Carmen Mora de Encalada, en Pasaje.

Él vio en la política la oportunidad de servir a los demás. Por eso, en cada institución donde estuvo, en cada cargo que desempeñó, dejó huella: construyó escuelas, colegios, canchas deportivas, hasta continuar con las monumentales obras en la Alcaldía de Machala que marcaron la transformación histórica de la capital orense, pues hizo de esta ciudad un auténtico polo de desarrollo, pues destaca no solo la regeneración urbana integral de la capital bananera del mundo, sino, también una serie de obras que por básicas que parecen, esta ciudad no las tenía, como el paso a desnivel, la red de cinco mercados municipales, incluso sentó los cimientos para lo que fue la construcción del terminal terrestre. Tan grande fue su obra que nadie más hizo ningún mercado nuevo, ni regeneró ningún otro parque, ni le entregó a Machala ninguna otra obra inédita.

Su temperamento lo transformó en liderazgo. Para él no había términos medios. Por eso, siempre fue de derecha, estuvo más de 40 años en el Partido Social Cristiano y se entregó por completo a la política. Gracias a ello, logró grandes obras para la ciudad, gestionó ingentes recursos económicos para la provincia al lograr mejorar las asignaciones presupuestarias para la prefectura y la Alcaldía. En sus distintos ámbitos, como director de deportes, gobernador, diputado, asambleísta, prefecto y alcalde, empujó la causa descentralizadora, peleó por las rentas que Machala y El Oro merecen, para darles el sitial que corresponde.

Fue defensor de la libertad de expresión y de información. En ese sentido, fundó Diario CORREO junto con prestantes machaleños. Siempre con orgullo recordaba que el slogan de este medio, “El Diario de Todos”, fue de su autoría.

Se fue un gran líder, un mentor de las nuevas generaciones de políticos. ¡Hasta pronto, Carlos Falquez Batallas!