Entre gallos y media noche, fiel a su estilo, el presidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, cometió una tropelía más: extendió hasta 2030 las funciones de los jueces que iban a ser reemplazados mediante concurso en la Corte Nacional de Justicia.

Entre gallos y media noche, fiel a su estilo, el presidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, cometió una tropelía más: extendió hasta 2030 las funciones de los jueces que iban a ser reemplazados mediante concurso en la Corte Nacional de Justicia. Con su decisión, logró dos fines: garantiza la permanencia del juez Luis Rivera, que favoreció al correísmo con sus fallos en los casos Singue y Dhruv y mantiene Terán su mayoría en el Consejo de la Judicatura. Ahora, el juez Rivera es quien está a cargo del caso Sobornos 2012-2016, en el tribunal con Byron Guillén y Felipe Córdova. La Judicatura los “ayuda” con esta extensión de funciones. Ahora, deberá cobrar ese favor en el caso Sobornos y también, en el caso de obstrucción de la justicia por el que es investigado Wilman Terán, y entonces, el plan macabro se cumplirá a la perfección. Esa hoja de ruta es clara. Los frentes correístas en las distintas funciones del Estado que tienen bajo su control han operado para eso. El correísmo tiene secuestrada la justicia y ahora se viene la revisión de las sentencias contra el prófugo de la justicia que alista sus maletas para volver.
Como Luisa González está desplomada en las encuestas, el correísmo tenía el apuro de lograr el control judicial cuanto antes, sin importar lo que dicta la Ley, sin importar infringir la normativa matemática que establece que la mayoría de cinco es tres y no dos, sin importar nada, solo el protervo fin del plan macabro.
Por eso era necesario dilatar la audiencia, por ejemplo, de Jorge Glas, que ayer no se desarrolló porque el abogado defensor del exvicepresidente no asistió por un cuadro alérgico. Se burlan en la cara de los ecuatorianos. La fiscal, Diana Salazar, está maniatada y ahora debe empezar a cuidar sus espaldas, porque el correísmo va por ella, porque la quieren destituir porque gracias a ella estuvo preso Glas y por ella se descubrieron los atroces actos de corrupción que cometieron y que explican por qué no hay refinería del Pacífico, por citar un ejemplo.
Lo propio con la Corte Constitucional. El correísmo empieza a allanar el camino para el regreso a la persecución y venganza.
