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Juez que anuló pruebas de confesiones de Odebrecht llegó al Supremo Tribunal por recomendación de Lula da Silva


BRASILIA. José Antonio Dias Toffoli, juez del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil.

BRASILIA.- José Antonio Dias Toffoli, juez del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, anuló las pruebas provenientes de confesiones de ejecutivos del gigante Odebrecht -implicado en el escándalo de corrupción Lava Jato- y afirmó que la prisión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ligada a la misma investigación, fue “uno de los mayores errores judiciales de la historia” del país.

Toffoli reconoció la solicitud de la defensa de Lula y declaró como inútiles las pruebas recibidas por el acuerdo con Odebrecht al considerar que fueron obtenidas por medios “heterodoxos e ilegales”. Además, consideró que la intención de aquel caso era la de “poner a un líder político entre rejas”, indicaron medios brasileños.

“Fue un montaje resultante de un proyecto de poder por parte de ciertos agentes públicos en su objetivo de conquistar el Estado por medios aparentemente legales, pero con métodos y acciones ‘contra legem’ (contrarios a la ley)”, manifestó el juez del Supremo al respecto de la condena a Lula.

En Brasil, Odebrecht fue acusada por la Fiscalía de participar junto a otras empresas, políticos e intermediarios de una red de sobornos y contratos amañados con la estatal Petrobras.

La red, destapada en 2014 por la investigación llamada Lava Jato, se convirtió en uno de los mayores escándalos de corrupción del país. El caso alcanzó al por entonces expresidente Lula da Silva, quien fue sentenciado a ocho años de cárcel por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.

Las acusaciones contra la empresa trascendieron Brasil, con causas judiciales abiertas en otros países latinoamericanos y africanos, y decenas de políticos prominentes salpicados por acusaciones de corrupción, entre ellos varios expresidentes.

En Ecuador el caso salpicó al exvicepresidente de la República del correísmo Jorge Glas, quien fue condenado el 13 de diciembre de 2017 a seis años de cárcel, junto a otros cuatro procesados, como autor del delito de asociación ilícita en esta trama de corrupción por los sobornos que la empresa brasileña Odebrecht pagó en Ecuador.

Glas, quien ahora está en libertad provisional, afirma que la resolución del Tribunal Federal de Brasil sobre que las pruebas usadas contra políticos acusados de recibir sobornos, conseguidas de los sistemas tecnológicos de Odebrecht, están “contaminadas” y “no pueden ser utilizadas”, deja sin sustento la condena en su contra porque ya no existirían las pruebas.