Patricio Mora

La Comisión de Prácticas Corruptas de Singapur (CPIB, por sus siglas en inglés) se erige como un pilar fundamental en el compromiso de este país con la transparencia, la gobernanza ética y su lucha para investigar y erradicar actos de corrupción.
Fundada en 1952, durante el dominio británico y antes de que Singapur se proclamara independiente en 1965, la CPIB no solo lleva décadas de operación, sino que ha sido otorgada de facultades amplias para lidiar con casos de corrupción. Esto incluye arrestar sospechosos, acceder a cuentas bancarias y convocar a testigos. Su modus operandi es proactivo, basándose en denuncias, vigilancia física, seguimiento de sospechosos y un uso astuto de la inteligencia financiera. Además, colabora estrechamente con otras agencias gubernamentales y organizaciones internacionales.
Aunque la CPIB trabaja con discreción, hay casos que han resonado en la conciencia pública. Uno de ellos es el de Teh Cheang Wan, ex director de la Autoridad Central de Vivienda en los 80. Acusado de aceptar sobornos que ascendían a SGD 1 millón (dólares de Singapur) en relación con proyectos de construcción, las investigaciones de la CPIB apuntaron a su culpabilidad. Sin embargo, en un giro desafortunado, decidió quitarse la vida antes de enfrentarse a la justicia, aunque dejó una carta proclamando su inocencia. El caso de Teh Cheang Wan, aunque trágico, es un testimonio de la eficacia de la CPIB. El que un alto funcionario no pueda evadir la ley muestra la neutralidad y tenacidad de la Comisión. Esta imparcialidad y persistencia son esenciales para garantizar que todos, sin importar su estatus, se adhieran a los estándares éticos. Este caso dejó una lección contundente: en Singapur, nadie está por encima de la ley.
La CPIB, con su dedicación y eficacia, ha contribuido en gran medida a la reputación global de Singapur como una de las naciones menos corruptas del mundo. El hecho de que Singapur esté constantemente clasificado en la cima de los índices de transparencia es una clara indicación del impacto positivo de la CPIB en la sociedad.
