Jorge Calderón Salazar
El tamaño de la deuda externa es un quinto desafío, históricamente los niveles de la misma han sido altos, con características preocupantes para el país reflejada en altas tasas de interés y a plazos cortos; si bien, se ha renegociado algunos tramos en los últimos años, aún sigue complicando las finanzas del país, más aún cuando a partir del 2025 los vencimientos empieza y los pagos de capital se harán más evidentes.
La situación de la seguridad social (sexto desafío), cada vez muestra más fragilidad, un sistema de pensiones y de salud que son una bomba de tiempo, y es urgente tomar acciones que solucionen el problema de raíz, alternativas ya planteadas desde la sociedad civil y la comisión presidencial que sugirió reformas para el sistema de pensiones, específicamente; deben ser evaluadas y ver la implementación de las mismas, su coste social y político será evidente.
De igual manera, un séptimo desafío son los ingresos tributarios, que en lo que va del año muestra que no se alcanza la meta esperada por el Servicio de Rentas Internas, y refleja que la actividad económica no cuenta con el impulso suficiente, debido a la falta de incentivos duraderos, a esto se añade que en el 2024, el gobierno ya no contará con las contribuciones temporales establecidas en la reforma tributaria del 2021, por ello, urge una revisión de los impuestos en la economía, y su correcto direccionamiento, no es posible, por ejemplo, que lo recaudado por impuesto a la renta e IVA interno, sea para pagar casi exclusivamente los sueldos del sector público.