
El segundo día de feriado por el Día de los Difuntos y la Independencia de Cuenca, estuvo marcado por un leve incremento de turistas en las playas de Jambelí y Bajo Alto, en la provincia de El Oro.
A pesar de ello, los operadores turísticos sienten que la percepción de inseguridad se vive y se siente entre la gente que prefiere quedarse en sus casas por temor a ser víctima de la violencia.
A pesar de estar en medio de un feriado largo, las ‘vacunas’ continúan desangrando al comercio en Machala y otros cantones como Huaquillas, donde boicotean la economía. Las sufren a todo nivel, desde el dueño de una panadería o cualquier pequeño negocio que es condicionado a pagar un monto mensual para seguir operando, hasta los empresarios que viven presas del miedo a ser secuestrados y tener que aflojar enormes sumas de dinero de rescate para poder recuperar su libertad o, lo que es peor, evitar ser asesinados.
Ya no importa si es de día o de noche o si el secuestro se da fuera de la empresa o en las inmediaciones de una plaza comercial. La escena, propia de cualquier película de acción, se repite a diario y con mayor frecuencia en zonas de Machala y Huaquillas o El Guabo. No son casos aislados y un poco menores en otros cantones de El Oro.
El clamor de los ecuatorianos es para las autoridades, que deberían hallar un mecanismo eficiente, no solo de rescate de víctimas, sino de prevención, para evitar que más casos ocurran, porque no solo nos quitan el llevar el pan de comida a la familia, también la vida.
Por ejemplo, en Huaquillas asesinaron a una mujer que estaba vendiendo cebollas, minutos después se encontró una cabeza en medio de la calle en el cantón Arenillas, después, en pleno centro del cantón Santa Rosa, específicamente en La Bahía, asesinaron a un hombre, todo esto en el segundo día del feriado, donde la gente que no salió a disfrutar y prefirió trabajar, tiene que enfrentar este tipo de violencia que afecta la vida cotidiana y reducen las ventas.
