Con 70 votos, el correísmo logrará su tan anhelada venganza personal: deshacerse de la fiscal general del Estado, responsable de tenerlos escondidos, en el anonimato, desde la clandestinidad, operando su impunidad.
Con 70 votos, el correísmo logrará su tan anhelada venganza personal: deshacerse de la fiscal general del Estado, responsable de tenerlos escondidos, en el anonimato, desde la clandestinidad, operando su impunidad. Activar un juicio político en contra de Diana Salazar, a partir de la competencia fiscalizadora de la Asamblea Nacional, a cambio de gobernabilidad, demanda cabildear con al menos dos bancadas legislativas que serían el Partido Social Cristiano, que cuenta con 18 curules, incluyendo a los aliados, y Acción Democrática Nacional, del presidente electo Daniel Noboa, que tiene 14 escaños en el próximo parlamento. Junto a los 51 correístas que tendrá la próxima legislatura suman una mayoría simple de 83 votos, suficiente vengarse de quien impulsó el exilio de Rafael Correa y demás exfuncionarios sentenciados por corrupción, que mandó a la cárcel a otros como Jorge Glas.
Pero el presidente electo, Daniel Noboa, aseguró que no está en sus planes apoyar un eventual juicio político contra la fiscal Diana Salazar. ¿Eso frenará los planes correístas? Claro que no. Ya lo intentaron antes, con la anterior Asamblea, donde no lograron los votos; lo intentaron después, con el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social; ahora en estos nuevos cabildeos legislativos.
El presidente electo, de su lado, está preocupado en conseguir dinero para financiar su programa de gobierno. Ya logró acercamientos con los multilaterales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Interamericano de Desarrollo. Sabe que de la disponibilidad de dinero depende el éxito de su gestión para entregar los bonos ofrecidos, reconstruir carreteras y viviendas, mejorar la infraestructura de salud y educación, así como para poner en marcha su plan de seguridad.
Aún así, es menester conocer la postura que tomará el bloque oficialista en la próxima Asamblea: ¿se adherirán a una mayoría legislativa, o quedarán al margen, tal como lo hará Construye, que se mantendrá alejado de los cabildeos parlamentarios que buscan colocar al socialcristiano Henry Kronfle como próximo titular del primer poder del Estado?
El correísmo insistirá en su búsqueda de venganza e impunidad. Pero ADN tiene la oportunidad histórica de identificarse y conectar con la ciudadanía, a partir de causas empáticas con las reales urgencias de los ecuatorianos.