Alcides Espinoza Ramírez
En economía y marketing, las letras suelen servir para referencias útiles o mensajes orientados a motivar y transferir aprendizajes que aclaran o motivan esfuerzos relacionados al qué hacer, ¿cómo hacerlo, con qué recursos, ¿cuándo y para qué? Ahora, en un singular interinazgo de las funciones Legislativa y Ejecutiva del Estado ecuatoriano, las 4 E nos ayudarán a plantear ideas en torno a lo que todos los ecuatorianos esperamos, bajo la perspectiva de que las crisis diseminadas como si fuesen irreversible metástasis, demandan abrir horizontes de comprensión, honestidad y bienestar. Se trata de apoyarse en EFICACIA, EFICIENCIA, EFECTIVIDAD Y EXPERIENCIA.
La EFICACIA es una variable que podría evidenciarse únicamente si hay objetivos compatibles con los requerimientos del país, existiendo para ello unidad de gestión, voluntad política, financiamiento seguro y condiciones, infraestructura y estrategias innovadoras para hacerlo.
Le EFICIENCIA, en cambio, dependerá de los conocimientos, capacidades, decisiones, valores, transparencia y liderazgo de quienes asuman competencias de mando en las redes de organismos, dependencias y entidades, ejecutando acciones que produzcan gobernabilidad, visión soberana de un Estado útil y prestigio ascendente tanto de los mandatarios elegidos, como de los servidores públicos en general.
La EFECTIVIDAD, como nítida fusión de eficacia y eficiencia, reflejará los resultados comprometidos en campaña electoral, que constan en los planes registrados y en la memoria de la ciudadanía.
La EXPERIENCIA, independiente de la edad de los ministros, asesores y servidores designados, deberá demostrar que las habilidades y destrezas utilizadas ya han sido aplicadas en realizaciones similares o afines hasta consolidarse sin reflejar ineptitud, engaño u otros vicios de la demagogia o del arribismo. El trabajo en equipos integrados intergeneracionalmente, donde surge la preciosa doble dosis de enseñanza y aprendizaje continuos, plasmada en pruebas de saber hacer, constituiría el manantial de experiencia que se desea. Creemos, por último, que las 4 E pueden ayudar a despejar las nubes de mediocridad, fracasos y pésimas acciones que tanto han dañado al Estado y a la democracia.