Lenin Gomezcoello Navas
La alianza correísmo-socialcristianismo y ADN, ha dejado al menos al 50% de votantes del país sorprendido, quizás como cuando una persona estafada advierte inmediatamente que el defraudador sale de la escena con sus bienes, voluntariamente entregados con sus propias manos por error inducido, se sienten perplejos muchos defraudados.
Dice el adagio popular, lo que mal empieza mal termina, igualmente se dice que en política se ve tostar granizo, Maquiavelo en su obra pone en evidencia a la felonía que pulula alrededor de la lucha por el poder, evidencia que el objeto de ella es el poder sin más, sin ética ni moral, ni religión o derecho, todos le son útiles o funcionales según las circunstancias, pero sin ellos sigue puede prescindir de ellos.
En las circunstancias actuales, sucede que el ganador habiendo realizado una campaña en segunda vuelta enfocada en la contradicción con las propuestas de Luisa González y en el anticorreísmo que incrementado a su favor luego del asesinato de Fernando Villavicencio.
Daniel Noboa, se alinea con quienes han llevado al país a vivir desde el año 2019, episodios de caos político y agitación social porque no se les ha dado gusto en sus particulares intereses, en este nuevo tiempo recibirán las satisfacciones que necesitan a cambio de la anhelada gobernabilidad. El gobierno electo ni bien se instala en Carondelet, según encuestas y la conversación cotidiana en taxis, plazas y mercados perdió gran parte del apoyo de los votantes que el 15 de octubre le dieron el triunfo, está generándose resistencia social, quizá igual o más que la que tiene el correísmo, va ser difícil congraciarse con el pueblo. El correísmo perdiendo gana porque el ganador de las elecciones endoso el poder, como cheque en blanco, para alcanzar la gobernanza que le lleve a la reelección, pero el tiempo es tan exiguo que por el camino elegido no alcanzará a quedarse, porque los beneficiarios del cheque son ellos.